Las
gentes del Pirineo nuevamente han salido a la calle para
decir no a la construcción de embalses y no a la
construcción del recrecimiento de Yesa. A las gentes del
pirineo, que no quieren que se inunde ni un centímetro más
de nuestro valles, se han unido hoy gentes procedentes del
Delta del Ebro, levante y Zaragoza, principalmente.
Los
participantes en esta manifestación han vuelto a pedir
Dignidad para la Montaña, con una nueva cultura del agua,
que respete a las gentes y su tierra y su forma de vivir.
Muchos de los afectados por el plan hidrológico nacional
han participado hoy en esta manifestación que ha recorrido
las calles de Jaca, finalizando en la plaza Biscós con la
lectura del manifiesto a cargo de la escritora Rosa Regás.
El
presidente de la Asociación Río Aragón, Javier Giménez, ha
querido resaltar que estos resultados son ‘el triunfo de
un trabajo serio, el triunfo de la justicia frente a los
chanchullos, y el triunfo de muchas cosas importantes que
merecen la pena, la dignidad de los pueblos, los valles,
las montañas, y el triunfo de la dignidad de las
personas’.
Rosa
Regás ha querido hacer hincapié en el manifiesto que ha
leído en que ‘lo importante es salvaguardar la vida de la
montaña y los pueblos de la montaña’, por eso ha dicho la
escritora levantina ‘hay que luchar por una nueva cultura
del agua que haga obsoletos los pantanos y las grandes
obras hidráulicas’.
En la
manifestación han participado multitud de agentes
sociales, culturales y políticos. Uno de los signos más
importantes de esta manifestación ha sido la elección del
palotiau de Lanuza como último pueblo inundado por la
construcción de un embalse, cincuenta y cuatro danzantes
de las comarcas de la Jacetania y Alto Gállego han estado
presentes durante toda la manifestación para representar
con el palotiau de Lanuza parte de la cultura montañesa.
Precisamente a esto hacía referencia Marcos Grasa, vecino
de Lanuza, al explicarnos la emoción que se siente al
bailar este dance, ya que, ha dicho, ‘los que no han
vivido las expropiaciones en primera persona, ni se lo
imaginan’.
El
catedrático Pedro Arrojo, que recibía el premio “Venero
2003” en las últimas horas, premio que concede la
asociación Río Aragón, recalcaba la importancia de Jaca en
la manifestaciones y en la nueva cultura del agua. ‘Esta
manifestación era necesaria, con ella se cierra un periodo
de lucha que partiendo de los derechos de las minorías ha
sido capaz de construir un movimiento ciudadano y del
mundo por una nueva cultura del agua’. |