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www.pirineodigital.com, 31-X-2002
Cerca de 200 personas exigen una solución a los vertidos del Gállego
 


Ainhoa Camino. Caldearenas

Bajo el lema "El Valle de Caldearenas en defensa del río Gállego" cerca de 200 personas exigieron ayer una solución a los vertidos que se localizan constantemente en este cauce, aguas abajo de Sabiñánigo. La manifestación convocada, por el ayuntamiento de Caldearenas y la Asociación Vecinal en defensa del Gállego, movilizó a vecinos de este valle, de Sabiñánigo, de la comarca del Alto Gállego y de Jaca, y contó con la adhesión de 27 asociaciones de distinta índole. El alcalde del municipio, Rafael Castán, valoró muy positivamente la concentración y señaló que la próxima semana habrá una reunión entre el consistorio de Caldearenas y la comarca del Alto Gállego, "para buscar una solución definitiva e integral". La Confederación continúa guardando silencio, mientras los vecinos reclaman mantener la reunión que está pendiente desde agosto.
Entre las personas que ayer se manifestaron junto a los vecinos de Caldearenas, que desde el pasado 14 de octubre y por recomendación del Instituto Aragonés de Salud (SALUD) no pueden consumir agua corriente para uso de boca tras detectar mas de 200 peces muertos en el río Gállego, se encontraban numerosos representantes políticos de Sabiñánigo, con su alcalde Carlos Iglesias a la cabeza. Este hecho, y los apoyos que este municipio está recibiendo de la comarca del Alto Gállego, y otras localidades como Biscarrués o Graus, hace que los vecinos de Caldearenas, según su alcalde, "se sientan muy arropados".
Rafael señaló que la concentración "cubrió todas las expectativas", ya que en un principio los organizadores dudaban en lograr reunir a este número de personas, dado que "en Caldearenas hay mucha gente mayor que no ha podido acudir". En el extremo opuesto, Castán situó a localidades como Zuera o Villanúa del Gállego, ubicadas aguas debajo de Caldearenas, que según expuso el alcalde, "consumen agua en peores condiciones que nosotros y ni si quiera se han puesto en contacto para saber lo que ocurría". "El río Gállego es muy grande, empieza en Sallent de Gállego y termina en Zaragoza", apuntó Rafael Castán.
Retenciones en la N-330
La manifestación comenzó a las 11:00 a la altura del puente de Hostal de Ipiés. A la cabeza una pancarta con el lema "El valle de Caldearenas en defensa del río Gállego", y tras ella, todos los representantes políticos del ayuntamiento de Caldearenas. La manifestación tomó la carretera N-330, dirección Sabiñánigo, y tras recorrer 1,5 kilómetros, entre gritos y abucheos contra la Confederación Hidrográfica del Ebro y su presidente, José Vicente Lacasa, y crear retenciones de 2 kilómetros, los manifestantes procedieron a leer el "Manifiesto en defensa del río Gállego", a la altura del puente de Fanlo, lugar donde se encontraron los últimos peces muertos.
El manifiesto ha logrado adherir a 27 asociaciones culturales, deportivas, AMPAs, ecologistas, políticas y sociales, principalmente de Huesca, pero también de Zaragoza. En él se señala que "el río Gállego es un bien natural, como tal nadie puede agredirlo en base a sus intereses" y se apunta que "es un ecosistema que ha permitido un asentamiento humano tan rico como el que desarrolla su cuenca, con más de 10 siglos de historia". Tras referirse a las continuas agresiones que este cauce padece y a la incompetencia que muestran los órganos competentes, los vecinos exigen en el escrito "el cumplimiento exhaustivo de las leyes medioambientales por parte de las instituciones implicadas" y anuncian que emprenden "las acciones legales oportunas para nuestra defensa y la del río".
Reunión
El alcalde de Caldearenas señaló que la próxima semana habrá una reunión entre este ayuntamiento y los representantes de la Comarca. El objetivo, según señaló Rafael Castán, "comenzar a trabajar de una manera conjunta para buscar una solución, que sea definitiva y en la que todos estemos de acuerdo". Entre las soluciones que ya se han ido planteando, Castán comentó una que proponen desde la comarca: "Se trataría de recoger, por medio de un tubo todas, las aguas que bajan de Sallent, Biescas, Panticosa y más debajo de Sabiñánigo y depurarlas, para evitar problemas con los vertidos orgánicos".
El inconveniente de esta solución es el gran esfuerzo económico que implicaría. Sin embargo, Castán señaló que sería posible, "teniendo en cuenta los ayuntamientos que hay", y propuso aplicar medidas correctoras a las industrias, como la revisión de las concesiones de vertidos, para que no haya problemas de contaminación. "Es un trabajo de vigilancia y constancia, que si se hace igual se consigue algo", comentó Castán.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET