Decenas de miles de personas protestan de forma
conjunta contra la política hidráulica y el respaldo a la
intervención en Iraq. La DGA no apoyó el acto, pero hubo
nutrida presencia del PSOE y una diputada del PAR.
CARLOS VILLANOVA.
Barcelona | El clamor
popular en Aragón y Cataluña contra el trasvase del Ebro se
dio ayer la mano con la protesta más generalizada contra la
intervención militar en Iraq y, además, se cohesionó también
con la Plataforma Nunca Máis. Decenas de miles de personas
(300.000 según los convocantes, 100.000 para el Ayuntamiento
de Barcelona y 15.000 de acuerdo con la Delegación del
Gobierno) respaldaron la convocatoria de la Plataforma en
Defensa del Ebro, que suponía el decimocuarto acto
reivindicativo en casi tres años para rechazar el Plan
Hidrológico Nacional.
Aunque el recuerdo de la última manifestación organizada por
el mismo motivo en la capital catalana, el 10 de marzo de
2002, en la que se juntaron más de 300.000 personas, pesó un
poco en el ánimo colectivo, los participantes destacaron que,
cifras al margen, lo realmente importante es "la perseverancia
en el tiempo para sostener que el Plan es anacrónico,
irracional y no soluciona los problemas del agua, sino que los
agravará", como expresó, entre otros muchos, Pasqual Maragall.
Problemas
con el transporte
En esta ocasión, la presencia de
los aragoneses, aunque se dejó notar con fuerza, fue menos
numerosa que en anteriores convocatorias. El problema del
transporte, por la huelga de los autobuses en Zaragoza y la
negativa de RENFE a fletar convoyes especiales, junto a la
cercanía del 23 de abril (una oportunidad más al alcance para
mantener firme la posición antitrasvasista), tuvo clara
repercusión. A pesar de todo, no faltaron banderas autonómicas
y pancartas aragonesas, muchas de los afectados por grandes
embalses.
En la representación de sindicatos, partidos y asociaciones de
la Comunidad, estaban quienes se esperaba (CHA, IU, UGT, CC OO,
Plataforma del Ebro, Ecologistas en Acción, Coagret...),
pero destacó la nutrida presencia del PSOE (con la consejera
de Educación, Eva Almunia, el presidente de la DPH, Antonio
Cosculluela, y el portavoz en las Cortes, Francisco Pina, al
frente) y sorprendió la de la diputada del PAR Monserrat
Costa, único rostro visible de su partido. La DGA no
respaldó el acto, ya que llevaba el lema de la Nueva Cultura
del Agua, opción contraria al Pacto del Agua. Por parte
catalana, estuvieron presentes el alcalde de Barcelona, Joan
Clos (PSC), el candidato socialista a la Generalitat, Pasqual
Maragall, y el líder de ERC, Carod-Rovira. José Antonio
Labordeta (CHA) cantó al final de la manifestación su Canto a
la Libertad, que fue coreado por todos los asistentes. |
Los partidos marcan sus diferencias
sobre el Pacto del Agua ante la pugna electoral
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Los principales dirigentes
del PAR no estuvieron en la ciudad Condal. PSOE , CHA e IU, al
completo.
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También faltaron los
empresarios. UGT y CC OO, en primera fila.
J.L. VALERO. Zaragoza |
La
manifestación de ayer de Barcelona contra el trasvase del Ebro y
contra el Plan Hidrológico Nacional volvió a poner de manifiesto
las discrepancias políticas en Aragón sobre el futuro del Pacto
del Agua, pese a que existe unanimidad entre todos los grupos,
salvo el PP, a la hora de rechazar la transferencia de caudales al
Levante.
De hecho, la protesta en la capital catalana, aparte de la ya
conocida ausencia del PP, apenas contó con una presencia
testimonial del PAR (representado por la diputada autonómica
oscense Monserrat Costa), mientras que PSOE, CHA e IU se volcaron
en la convocatoria. Este mismo esquema se repitió respecto a las
organizaciones sociales. Los secretarios regionales de UGT y .
CC OO, Jesús Membrado y Enrique Tordesillas, respectivamente,
estuvieron en la cabeza de la movilización. Por el contrario, no
hubo presencia de las principales asociaciones empresariales (CREA
y CEPYME), que sí participan en las realizadas en la Comunidad
Autónoma.
El motivo de estos distanciamientos es el Pacto del Agua, como ya
quedó claro en la comisión de actualización de las Cortes de
Aragón y en algunas de las convocatorias contra el PHN, donde los
grupos anti-pantanos (contrarios a los principales embalses del
Pacto del Agua) tomaron el protagonismo y desplazaron a los
partidos -sobre todo a PSOE y PAR-, a los sindicatos UGT y CC OO y
a las organizaciones empresariales CREA y CEPYME, dando argumentos
a favor de las críticas del PP de que las movilizaciones
cuestionaban el Pacto del Agua de Aragón.
En definitiva, la unidad política y social que nunca se ha puesto
en duda bajo el lema "Agua y futuro" para rechazar el trasvase y
el PHN no existe cuando se trata sobre la necesidad o no de
actualizar los objetivos (las 220.000 hectáreas de regadíos se
quedarán en unas 50.000, según el nuevo Plan Nacional de Regadíos)
y las obras (como Yesa -cota media o cota alta-, Santaliestra y
Biscarrués, por ejemplo); así como de la puesta al día para
desbloquear los proyectos contemplados en el Pacto del Agua
(firmado en 1992), cuya ejecución utilizan el Gobierno central y
el PP para defender su tesis de trasvasar más de 1.050 hectómetros
cúbicos del Ebro al Levante.
En este contexto, el PAR no oculta sus discrepancias con el PSOE
en lo referente al Pacto del Agua, por lo que nunca ha tenido
reparos en manifestarse en contra del lema "Por la nueva cultura
del Agua" y cerrar filas, incluso obligando al PSOE a realizar
equilibrios para sostener la coalición de gobierno, ante el
cumplimiento exacto del Pacto de 1992. Por concretar, el PAR trata
de poner en valor su postura y su capacidad de influir en las
decisiones de Madrid, gobierne el PP o el PSOE: defender el Pacto
del Agua con el PP frente a las dudas del PSOE y rechazar el
trasvase del Ebro con el PSOE frente a las tesis del PP. Además,
el PAR "vende" que su apuesta evita que CHA e IU lleven al PSOE
hacia posiciones contrarias al Pacto del Agua, lo que podría
reportarle ciertos beneficios electorales en comarcas como las
Cincos Villas, Calatayud, La Hoya o el Jalón.
Estos son los motivos reales, según confirmaron ayer diversas
fuentes, por las que ni el presidente del PAR y vicepresidente de
la DGA, José Ángel Biel, ni el consejero de Medio Ambiente y
cabeza de lista del PAR por Zaragoza, Alfredo Boné, acudieron ayer
a la manifestación de Barcelona. Eso sí, por si acaso, no
mostraron reparos a la presencia testimonial de Monserrat Costa,
porque eso siempre les permite mantener su posición de "bisagra de
centro y de elemento de moderación" ante cualquier combinación de
gobierno en el futuro.
Caso distinto es lo que se está organizando para el 23 de abril,
Día de Aragón, en Zaragoza. No hay dudas de que para esta fecha
habrá consenso y unidad entre todas las fuerzas políticas, salvo
el PP, y sociales para la protesta contra el trasvase.
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