Opinión
Cortes de Aragón, 13-XI-2002
Comparecencia del ayuntamiento de Artieda ante la "Comisión especial de actualización del Pacto del Agua"

 

Buenos días señoras y señores diputados: 

Quiero comenzar mi intervención agradeciendo a esta comisión que haya tenido la gentileza de invitar al ayuntamiento de Artieda a esta comparecencia. No porque no tenga derecho a ella sino porque, por desgracia, en el tema hidráulico con demasiada frecuencia son escuchados y parece que sientan cátedra cuando hablan ciertos actores y beneficiarios del recurso agua que ponen poco y exigen mucho y al propio tiempo hemos sido ignorados territorios y pueblos que hemos aportado mucho y tal vez exigido poco. Nuestro primer deseo es que esta situación cambie y, por derecho y justicia, se nos pase a considerar de una vez por todas agentes claves en las cuestiones que tengan que ver con la gestión del agua que almacenan nuestros territorios o que discurren por los ríos que atraviesan nuestros pueblos.

Entendemos que es una obligación de estas Cortes a la hora de legislar, conocer la realidad y ambiciones de los pueblos y gentes directamente afectados por medidas que se deciden en este foro. Acudo también aquí como un deber para con mis vecinos. Para ser portavoz de las demandas del pueblo al que represento, ignorado en demasía mientras se tomaban decisiones trascendentales para él. Además nos sentimos con el derecho a comparecer por el papel de afectados como el que más y por haber demostrado capacidad de reacción ante ese grave atentado a nuestra integridad que supone el recrecimiento del embalse de Yesa. 

No ocultaré que acudimos con escasas expectativas de que nuestro mensaje sirva para dar un giro sustantivo a la, entendemos, nefasta política de aguas que se lleva en Aragón. Somos conocedores de que hay grupos poderosos bien representados en estas Cortes que bajo la cantinela del interés general lo que defienden con ahínco son sus negocios o sus intereses particulares. Por nuestra parte tenemos la sensación de que esa parte de Aragón llamada Alta Zaragoza, hoy formalmente parte de la comarca de la Jacetania, ha sido tratada injustamente en el pasado y con menosprecio en el presente. Con el actual embalse de Yesa fue usada y tirada al cajón del olvido. Y cuando de nuevo nuestros pueblos vuelven a sonar es porque se les quiere hacer padecer una política hidráulica de principios del siglo pasado hoy obsoleta pero que alimenta el Pacto del Agua y el Plan Hidrológico Nacional. 

Este es el marco en el que quiero situar las razones y motivos que han llevado al pueblo de Artieda y al ayuntamiento que presido a oponerse al recrecimiento de Yesa, contemplado en el Pacto del Agua cuya revisión se están planteando. Oposición planteada en el pasado y que pensamos mantener en el futuro. Para entender nuestras razones hay que hablar de la construcción del actual embalse de Yesa y de su afección a la Canal-Prepirineo. 

En primer lugar hay que entender la que era nuestra relación histórica con Tiermas, Ruesta, Esco (los tres pueblos expropiados y abandonados con el actual embalse). Su desaparición supuso la rotura del valle donde se asientan que quedó desarticulado. Un valle transversal que históricamente había jugado un papel clave como vía de conexión de los valles pirenaicos de Roncal, Echo o Ansó. Un valle de comunicaciones cuya importancia había sido reconocida desde la época romana y cuyos abundantes restos en nuestro término municipal no hacen sino atestiguarlo. Esta desarticulación produjo todo tipo de efectos directos e indirectos que incidieron de manera nítida en Artieda y resto de pueblos que sobrevivieron en el entorno del embalse (Sigüés, Mianos, Salvatierra, Berdún, etc.). Los efectos directos hacen referencia a: 

La población: 1439 personas desplazadas. La pérdida de esta masa de población resultó fundamental para entender las consecuencias negativas que para servicios sanitarios, educativos, sociales, culturales o de fomento y desarrollo han tenido en nuestros pueblos. 

El territorio: 2408 Ha de la mejor tierra inundadas. En su mayor parte zonas de vega de río que históricamente habían asentado huertas fértiles. El término municipal de Artieda ya resulto afectado por la expropiación de una pequeña parte de su territorio. · 

El Patrimonio: Entre otros tendremos que reseñar una parte del trazado histórico del Camino de Santiago y en particular su acceso a los baños de Tiermas, parada casi obligada en ese recorrido. Pérdida esta del balneario que podemos calificar de importantísima visto el auge que las aguas termales han recobrado y la actividad que en torno a ellas se genera cuando resultan accesibles. Y por supuesto patrimonio de los pueblos abandonados que quedaron condenados a la ruina y el expolio Pero además de estos efectos directos aparecen los que podríamos llamar intangibles, muchos de los cuales han quedado en la memoria de nuestros mayores gravados a fuego. Ver desaparecer pueblos por cuyas calles habían corrido o rondado, ver marchar gentes que en muchos casos eran familiares o amigos, ver inundarse paisajes que formaban parte de las visiones cotidianas y hacerlo en silencio, sin poder gritar bajo el peso de una dictadura . Todo ello es algo difícil de valorar pero hoy aquí lo queremos reivindicar porque sabemos cuánto dolor ha creado en muchos de nuestros mayores. 

Quien plantea recrecer Yesa vuelve a hurgar en esta herida en lugar de contribuir a su cicatrización. La falta de perspectiva de futuro que creó el llenado de Yesa ha resultado difícil de superar pero lo podemos conseguir si se nos deja de agredir como se intenta hacer una vez más. También hoy aquí queremos decir que se actuó de forma injusta al adjudicar a otros municipios los términos municipales expropiados. Ruesta resultó repartido, por influencia política de aquel momento de dictadura, entre municipios que poco tenían que ver con la dinámica del valle del Aragón. Artieda quedó excluido a pesar de que algunos de sus vecinos se movieron con el resultado de recibir amenazas de ir a la cárcel. Resulta llamativo que algunos de los pueblos beneficiados por aquel discrecional reparto sean calificados de afectados porque parte de aquellos terrenos adjudicados resultarían anegados caso de resultar recrecido Yesa. Curiosamente ninguno de ellos ha manifestado oposición a dicho proyecto. También están los efectos indirectos: el valle de la Garcipollera, a más de 40 Km, expropiado para su reforestación con la finalidad de evitar el aterramiento, o el aislamiento e incomunicación de los valles forman parte de ellos (DECRETO de 13 de mayo de 1955 ). 

El resumen de todo ello, con unos beneficiarios del embalse construido en términos de propiedad efectiva, ha sido un territorio colonizado, desmembrado y puesto a disposición de otros territorios que en su avaricia se han manifestado insaciables y con derecho a decidir sobre qué es lo bueno y lo malo para nuestro pueblo. Déjesenos de una vez por todas ser los protagonistas de nuestra historia y para ello asúmase, y estas Cortes deben hacerlo con especial diligencia, LA DEUDA HISTÓRICA contraída con nuestro pueblo y los de nuestra comarca. 

La nula actividad realizada hasta la fecha en este sentido no hace sino confirmarnos en la necesidad de seguir considerando a ARTIEDA COMO SUJETO ACTIVO PARA REIVINDICAR LA MEMORIA DE NUESTROS VECINOS Y LA NUESTRA PROPIA. Sobre este pasado ya lejano en el tiempo pero próximo en la memoria se asienta el pasado reciente y el presente. 

La aparición del recrecimiento de Yesa es una consecuencia previsible si partimos de la concepción patrimonial y recurso casi gratuito que del agua regulada tienen los usuarios mayoritarios. Es fruto de la gula de agua de los consumidores y es una espiral insaciable que se produce inexorablemente antes o después. Las zonas de embalse se despoblaron con lo cual, argumentan, no pasa nada porque el mal ya está hecho (les suena esto a la hora de hablar de cementerios nucleares). Para nosotros una sociedad moderna y civilizada debe repartir las cargas y los beneficios. Defender los intereses de los que ya han recibido en el pasado haciéndolos fuertes y sacrificar los de los paganos puede resultar lo esperable pero es antisolidario e injusto. 

Nosotros tenemos claro que la clave del recrecimiento de Yesa está en el PHN y el trasvase del Ebro. Han sido su elemento impulsor en el 93 con Gobierno socialista y los son ahora con el Gobierno del PP. En este sentido el Pacto del Agua no es un documento que se contraponga y Madrid lo sabe. Por eso lo incluyó en el Plan Hidrológico de Cuenca y posteriormente en el PHN. Es pieza clave para regular, con carácter estratégico, agua en cabecera y lamentamos desde un pequeño pueblo como Artieda que el Gobierno de Aragón no haya buscado soluciones menos dañinas, que las hay, para resolver nuestros problemas de agua. Los reales no los inventados. 

Por otra parte en los últimos años hemos asistido a un importante cambio en la mentalidad de la sociedad aragonesa. Un cambio que cada vez será mayor y más profundo y que aboga por una Nueva Cultura del Agua. Enmarcado en este proceso la solidaridad con Artieda y, con carácter más general, con las zonas afectadas por embalses la hemos sentido desde sectores y organizaciones cada vez más numerosos y más cualificados del pueblo aragonés. Frente a esto el Gobierno de Aragón y las Cortes están anclados en el pasado en política hidráulica. La sociedad se ha movido más y camina por delante. Instamos a estas Cortes a ser audaces y contribuir a desterrar el viejo discurso del agua que inunda valles, destruye ríos y expulsa a ciudadanos de sus casas. Pero sobre todo hemos bajado aquí hoy para decirles cuales entendemos que serían las consecuencias para Artieda de la amenaza de Yesa recrecido y para denunciar las irregularidades e injusticias que hemos padecido y, mucho nos tememos, tendremos durante algún tiempo tener que seguir soportando. 

ES INJUSTO: 

  • Obligar a nuestro pueblo a tener que revivir el dolor del pasado. 
  • Ver crecer generaciones enteras que desde que nacieron han vivido con la hipoteca y el lastre que supone el recrecimiento de Yesa. 
  • La negativa de la administración a proyectos de mejora y desarrollo para nuestro pueblo (acequias de la huerta no mejoradas con la concentración, cierre del vivero e imposibilidad de uso municipal).
  • La negativa a invertir y facilitar ayudas con la excusa del embalse y podemos hablarles de jóvenes con iniciativa que recibieron como respuesta que las ayudas en el valle del Ebro y no allí que estaba afectado por Yesa.
  • La imposibilidad de utilizar recursos fundamentales para la zona como las aguas de Tiermas cada vez más utilizadas y reivindicadas. 
  • El esfuerzo económico que ayuntamientos como el nuestro tienen que hacer para defender a sus vecinos detrayendo recursos económicos de otros apartados que tienen que quedar sin cubrir. 
  • La indefensión administrativa en que nos encontramos puesto que mientras el Gobierno de Aragón apoya con todo tipo de medios y publicidad la causa de los grandes derrochadores de agua evita concedernos cualquier tipo de cobertura para poder explicar nuestra postura o defendernos de campañas falsas que tratan de calificarnos como insolidarios ¡A nosotros! 

ES MEZQUINO 

  • Pretender engañar a nuestros vecinos con proyectos de restitución, entre los cuales la llamada estrategia de ecodesarrollo del entorno del mar del Pirineo fue el colmo de la desfachatez que intentó deslumbrarnos como hicieron en el pasado los conquistadores con los indígenas americanos con cristales de colores. 
  • El chantaje para conseguir cosas que son derechos y para las cuales a otros no se les pide que pongan nada a cambio (regadíos de la Canal de Berdún, abastecimientos y depuraciones,...). 
  • Intentar reducir el espacio vital de un pueblo como Artieda al que se le quiere inundar casi la tercera parte de su término municipal (lo mejor) y para el cual el escaso territorio que posee es absolutamente imprescindible para su desarrollo. 

ES ILEGAL 

  • La intromisión en fincas sin el consentimiento de los propietarios. 
  • Un proyecto cargado de irregularidades y que los tribunales terminaran colocando en su lugar o Con una justificación impresentable y una declaración de interés general aprobada por el ordeno y mando o Estudio ambiental insuficiente y que se debería haber rehecho en los términos que salió a concurso y que luego se dejó desierto. Las presiones políticas del PP gobernante en la DGA de aquel momento hicieron que la evaluación final tuviera un carácter político y no técnico como procedía o con un análisis de riesgo geológico deficiente. 
  • La propuesta por parte del GA de zonas LIC con agujeros para evitar las zonas de valle a embalsar. 
  • El intento de cambiar el trazado del Camino de Santiago perfectamente documentado. Sólo la falta de altura intelectual y compromiso en la defensa del patrimonio por parte de algunos directores generales, como D. Domingo Buesa avalista de su destrucción en el informe que acompañó la DIA, han permitido que se cuestione la evidencia. 
  • El inicio del proceso de expropiación buscando castigar a un pueblo en concreto y lejos de los criterios de objetividad y neutralidad que deben imperar en cualquier administración 

Yo quiero denunciar que el pueblo de Artieda ha sufrido y sufre el chantaje y la presión por parte de la administración aragonesa y central y esto es impropio de una sociedad democrática, plural, moderna y civilizada. Ante ello quiero manifestar nuestra intención de continuar en la misma línea convencidos de la razón y justicia de nuestros argumentos.

En este sentido quiero resaltar que el pueblo de Artieda ha denunciado todas las irregularidades cometidas y de las que ha tenido conocimiento en el proyecto de recrecimiento de Yesa haciendo uso de los derechos que le concede una sociedad democrática y usando procedimientos pacíficos. No podemos entender cómo un partido que se dice democrático, el PP, plantea que renunciemos a este derecho en el presente y en el futuro mediante una Propuesta de Resolución en estas Cortes. Nuestro concepto de democracia es bastante más profundo que lo que se atisba de esta iniciativa y nos escandaliza el mismo hecho de su presentación. Es tanto como abogar por la indefensión. 

Quiero terminar mi exposición exponiéndoles cual es la visión para el futuro y las demandas que sobre el recrecimiento de Yesa tenemos desde Artieda: 

1. El recrecimiento es una desmesura impropia de nuestro tiempo y que sólo tiene sentido desde su carácter estratégico para el trasvase (las cuentas de la Comunidad General de Riegos de Bardenas que pretende hurtar toda el agua del río Aragón para su uso casi exclusivo son de risa), su valor para las constructoras o hidroeléctricas y con unos efectos inaceptables 

2. No estamos contra el desarrollo de Bardenas ni de nadie. Sí en contra de que lo quieran hacer a nuestra costa y habiendo soluciones alternativas que pasan por el redimensionamiento adecuado del regadío futuro, el uso eficiente del agua, la modernización de las explotaciones, la tarificación adecuada para que pague más el que más consuma y en definitiva el uso del agua según los principios de una nueva cultura. Por eso hablar de las alternativas a Yesa no es una cuestión de cotas, es una cuestión mucho más profunda, de concepto y soluciones sostenibles a largo plazo. 

3. Pedimos para nuestro pueblo y nuestros vecinos comarcales inversiones del mismo calado que las que en pasado, y en parte también en el presente, se han hecho para la puesta en marcha de grandes extensiones de regadío en el llano. Multimillonarias inversiones públicas que en parte han mermado la cuota que en derecho nos correspondía para otras actividades y en otros lugares de Aragón. 

4. No compartimos, en absoluto, el criterio de cuasi-privatización del agua regulada que obtienen los usuarios mediante los sistemas concesionales. Muchas de las soluciones pueden venir de la revisión de concesiones mal utilizadas y del control riguroso del uso que se hace con las aguas concedidas. 

5. Denunciamos la actitud de la CGR de Bardenas y del ayuntamiento de Ejea que intenta, fuera de su territorio, decidir cómo tiene que ser nuestro desarrollo y paralizar o torpedear proyectos de interés y a los que tenemos derecho. No han sabido ser agradecidos. 

6. Agradecemos la actitud de nuestra comarca y de la montaña que ha visto que el problema de Yesa afecta a todos y representa una política hidráulica que nos perjudica, como lo hizo en el pasado. Ha demandado por activa y pasiva un cambio y el GA parece estar sordo 

7. Demandamos a esas Cortes que legislen para que las zonas afectadas por embalses reciban parte de la plusvalía que se supone genera el agua embalsada. Al modo que plantea el PHN con la aportación de los beneficiarios mediante un canon de 0,03 € / m3, que los usuarios del agua que se sirve desde un embalse paguen una cuota para desarrollar las zonas afectadas en el pasado por embalses y propiciar su relanzamiento económico compensando la deuda histórica con ellas contraída por la sociedad aragonesa en su conjunto. 

8. Rechazamos el PA y el PHN por ser nefastos para nuestro territorio y compartir una visión del agua y los ríos impropia de este siglo. No compartimos que en Yesa se le pueda robar al río el 90% de su caudal. Eso es a todas luces insostenible. 

9. Pedimos al Gobierno de Aragón que en lugar de hacer campañas manipuladoras y sesgadas como la del PA facilite fondos para que desde nuestros ayuntamientos hagamos estudios y campañas informativas sobre un usos sostenible de nuestros ríos, riberas, huertas y patrimonio asociado. 

Si aquellos que buscan en el recrecimiento de Yesa estrategias electorales, aprovechamientos particulares o especulaciones inmobiliarias y de ocio han de seguir siendo los portavoces de la demanda no habrá posibilidad de acuerdo y nos veremos abocados a un callejón sin salida. Si nos sentamos a estudiar los problemas reales y a dialogar habrá una oportunidad para la paz social y el acuerdo. Hasta la fecha nos han intentado avasallar y nosotros estamos dispuestos a luchar hasta el final por nuestra dignidad y por la de la montaña como reivindicamos en el histórico paro del 25 de octubre del 2000. 

Para Artieda, para su ayuntamiento y para mí como su alcalde luchar contra el recrecimiento de Yesa no es una cuestión de estrategia para sacar más, es una cuestión de justicia y de razón. Tenemos legitimidad para ello y queremos contribuir a cambiar la rancia política hidráulica de Aragón (En plena dictadura se podría haber planificado algo similar a lo que hizo el Pacto del Agua. En lo sustancial las soluciones aportadas son las mismas).

Quiero terminar mi intervención con una referencia al Cañón de Añisclo. Casi seguro que ninguna de sus señorías apostaría ahora por hacer allí un embalse, pero posiblemente hace 25 años más de uno hubiera puesto por delante el interés general de regar Monegros o producir electricidad. Estamos seguros de que con Yesa ocurrirá algo similar. ¿Quién quiere formar parte de los Hidro-Nitro que hace 25 años quisieron inundar Añisclo? ¿Es posible mantener todavía semejante falta de visión histórica y seguir sin reconocer que el recrecimiento de Yesa es un disparate propio de megalómanos y especuladores pero no de personas razonables y racionales? Que la historia no les sitúe a ninguno de Uds. en el pelotón de los torpes que no supieron entender el final de una etapa en la política hidráulica y el comienzo de una nueva.

Zaragoza a 13 de noviembre de 2002

 

Asociación Río Aragón-COAGRET