El Camino de Santiago en peligro

Sigüés, un pueblo condenado a muerte

Patrimonio Aragonés, n.º 2. Enero de 2001. Boletín de APUDEPA

El agua es bien precioso en la actualidad y aún más lo será en el futuro. La buena administración y el control que se tenga sobre los recursos hidráulicos, podrán determinar la prosperidad de una Comunidad o una nación en un futuro no muy lejano.

¿Puede la comunidad aragonesa convertir el Norte de su territorio en una reserva acuífera para el uso de otras regiones? ¿Se debe destruir un patrimonio artístico, etnológico y arqueológico como el que existe en el pueblo de Sigüés para que Cataluña, Valencia y Murcia crezcan todavía más a costa de Aragón?

Sigüés posee, indudablemente, un buen número de obras de arte, tal como se recoge en el inventario de la comarca recientemente publicado, obras que el pueblo ha atesorado desde el siglo XI en que se fundó, y que se perderán en breve si los habitantes de la zona no logran que se escuchen sus voces contra el recrecimiento de Yesa. El urbanismo mantiene el viejo trazado medieval. Todavía se conserva en pie uno de los arcos de entrada de la muralla, junto a la iglesia parroquial y restos de otras dos en otras zonas del pueblo.

Al llegar el siglo XVI el núcleo urbano se expandió, construyéndose un importante número de casonas de las que buena parte se conservan. Destaca entre ellas el Hospital de Santa Ana, costeado por los barones de Pomar para acoger a los peregrinos del camino de Santiago y que aún tiene su escudo en la fachada. El resto de los edificios suele mantener la sillería encalada como elemento constructivo, consiguiendo una gran belleza en el entorno.

El edificio más importante y significativo es la Iglesia Parroquial de San Esteban. La iglesia románica fue modificada en el siglo XVI, aunque conserva el ábside de la primitiva obra. Es un elegante edificio construido en piedra sillar y mampostería, de planta rectangular con ábside semicircular. En el pórtico se encuentra la puerta principal que parece ser la original románica. Presenta doble arquivolta con decoración de ajedrezado y vegetal. El tímpano está decorado con el típico Crismón.

Su torre es una sencilla estructura construida en mampostería y sillarejo de planta cuadrada. Tiene cuatro campanas fechadas en la segunda mitad del siglo XVIII .

El interior guarda abundantes y notables obras de arte que se desperdigarán tras la recrecida de Yesa. El retablo mayor, obra barroca de grandes dimensiones, está dedicado a San Esteban, santo titular, y es de mediados del XVII.

Se conserva igualmente un interesante grupo escultórico renacentista, formado por Santa Ana, la Virgen y el Niño, tallado en madera de fines del XVI. En la misma capilla existen unas laudas sepulcrales de los siglos XV y XVI. Es también una pieza notable el retablo de San Sebastián, obra barroca de la segunda mitad del siglo XVII realizado en madera.

Otra obra de gran calidad, la mejor del conjunto, posiblemente, es el retablo de la Virgen del Rosario, de mitad del siglo XVI. Otros retablos son el de la Santísima Trinidad, del siglo XVII, y el de la Virgen de las Oliveras, de comienzos del XVIII.

Además de otras obras menores no citadas, se guarda en la sacristía un buen conjunto de obras de orfebrería del siglo XVI y un importante archivo documental que conserva no sólo los libros referidos a Sigüés, sino también otros referidos a pueblos de su entorno: Asso-Veral, Esco, Majones, Huértalo, Tiermas y Villarreal de la Canal.

No estamos hablando de una pequeña ermita perdida en los montes, se está poniendo en peligro la existencia de todo un pueblo, de un pueblo próspero en el que sus habitantes tienen los recuerdos y las huellas de sus ante pasados en forma de edificios, paisajes y obras de arte. A la gente de la montaña les piden solidaridad con las gentes más ricas de España (económicamente hablando) ¿No sería más lógico que fueran solidarios los ricos y dejaran vivir en paz a los que lo son menos?

 ¿Necesita Aragón ese agua? ¿Estamos construyendo embalses y haciendo desaparecer nuestro patrimonio para poder exportar el agua a otras comunidades por medio de trasvases? ¿Se escuchará a los escasos habitantes de la zona, frente a los poderosos vecinos que usarán el agua sin sufrir las consecuencias de despoblación y destrucción de su territorio?

¿Se necesitan de verdad los productos que dicen para poder producir o se busca más bien las seguras subvenciones europeas?

Asociación Río Aragón-COAGRET