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RESOLUCIÓN DE CC.OO. ARAGÓN SOBRE EL INICIO DE LAS OBRAS DE RECRECIMIENTO DEL EMBALSE DE YESA
El pasado 18 de mayo el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, vino a Aragón a poner la primera piedra de las obras para el recrecimiento de Yesa. El inicio de las obras de Yesa supone la primera piedra en la realización del Plan Hidrológico Nacional (PHN) y pone de manifiesto la voluntad del Gobierno Central en llevar a cabo dicho proyecto a pesar del sentir mayoritario de la opinión pública, de las valoraciones de la comunidad científica y de las masivas manifestaciones populares contra el Plan y a favor de otra cultura y forma de gestión del agua. 

Con la promesa de crear 40.000 nuevas hectáreas de regadío en Bardenas y abastecer a Zaragoza de agua de calidad, se pretende justificar el recrecimiento de un embalse de dudosa vialidad técnica y de impactos sociales y ambientales de consideración en municipios como Sigüés, Artieda o Mianos. Resulta sorprendente que el objetivo principal del recrecimiento, la extensión del regadío en más de 40.000 Ha, no esté contemplado en el Plan Nacional de Regadíos por más 5.200 Ha y resulte contrario a los objetivos de la PAC. Por otra parte, las necesidades de agua de boca para Zaragoza podrían ser perfectamente asumidas por el actual embalse de Yesa y el canal de Bardenas sin que hubiese riesgo alguno de detraerla de los usos agrícolas actuales. Por todo ello, tras la campaña de confusión y manipulación que se esta desarrollando conviene desenmascarar los intereses hidroeléctricos que subyacen detrás de esta actuación, el negocio de las empresas constructoras de los embalses y, sobre todo, el fin último de Yesa que no es otro que el almacenamiento de agua para trasvasar agua a Levante. 

Sin duda alguna Yesa es la pieza clave del trasvase del Ebro. Así viene recogido en el Libro Blanco del Agua elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente en 1998 o por las propias declaraciones del ministro Jaume Matas en la colocación de la primera piedra del recrecimiento: "Esta es una piedra angular no sólo del Pacto del Agua, sino también del Plan Hidrológico Nacional" (el Periódico de Aragón, 19 de mayo de 2001). En este sentido, además del recrecimiento de Yesa están previstos otros cuatro grandes trasvases: Itoiz, Rialp, Biscarrués y Santaliestra, estos dos últimos en territorio aragonés y a punto de iniciarse las obras para su construcción a pesar de las graves afecciones que supondrán en su entorno y los recursos judiciales en marcha ante la sospecha de serias irregularidades jurídicas. 

CC.OO. de Aragón no comparte esta política hidrológica basada en la realización de grandes presas y embalses (casi un centenar se recogen en el PHN), máxime en una región como la nuestra con la mayor capacidad de regulación por habitante y kilómetro cuadrado del mundo. En este sentido, el propósito de la Administración de compensar a los territorios afectados por estas obras con planes de restitución nos parece indignante no sólo por lo ridículo de sus cuantías y confuso de sus actuaciones, sino por el intento de comprar la voluntad y la dignidad de las personas afectadas. Para CC.OO. de Aragón, la destrucción de pueblos, valles, ríos, valores culturas y formas de vida en beneficio de un reducidísimo grupo económico, difícilmente se puede justificar con compensaciones económicas. 

CC.OO. de Aragón manifiesta, una vez más, su absoluto rechazo a un PHN que lejos de planificar los recursos hídricos de nuestro país y servir para vertebrar el territorio, se limita a un listado de obras hidráulicas con el fin de llevar los recursos de territorios en secular descenso demográfico y con graves deficiencias como nuestra región, a zonas donde la concentración de recursos es creciente como el área metropolitana de Barcelona o el insostenible desarrollo turístico-especulativo de la Costa Mediterránea. El rechazo a este modelo de desarrollo insolidario entre distintos territorios e insostenible desde el punto de vista ecológico, nos lleva a pedir la retirada del PHN y evitar situaciones similares dentro de nuestro propio territorio. En este sentido, CC.OO. hace un llamamiento al Gobierno de Aragón para que se paralice temporalmente las obras de los embalses de Yesa, Biscarrués y Santaliestra e inicie una relectura del Pacto del Agua que siente las bases de un análisis y de un debate profundo, sereno y reflexivo, sobre las necesidades hídricas reales de nuestra región y sobre la gestión de sus recursos. 

Desde nuestro punto de vista, una planificación hidrológica sostenible debe pasar por la conservación del agua como un importante elemento de desarrollo y por la gestión eficiente de la demanda que evite la contaminación de las aguas, introduzca medidas de ahorro, promueva la modernización de regadíos, la reutilización de aguas, proteja los ecosistemas fluviales y que optimice otras formas de obtención de recursos como la desalación. La planificación del agua debe regirse por los criterios de la directiva-marco de la Unión Europea de manera que se repercuta los costes de cualquier obra hidráulica, se favorezca la recuperación del estado ecológico de los ríos y la inclusión de los de los deltas y litorales en la gestión de cuenca, aspectos todos ellos que incumple el PHN. Por otra parte, la planificación hidrológica debe formar de una política de ordenación del territorio que apueste por el desarrollo sostenible de todo el territorio, contribuyendo a reducir los problemas hídricos y a frenar los procesos de despoblación y desertización. En definitiva, dicha política de contribuir a crear nuevas oportunidades de empleo y mejorar la calidad de vida de la población estableciendo mecanismos que garanticen el uso sostenido del agua. 

Zaragoza, a 12 de junio de 2001

Asociación Río Aragón-COAGRET