Heraldo de Aragón, 16-I-2002

Europa abre otro expediente al recrecimiento de Yesa

La Comisión Europea investiga el proyecto para recrecer el embalse de Yesa, tras detectar algunos problemas con las normas comunitarias.

Heraldo. Zaragoza

La Comisión Europea ha aceptado a trámite una denuncia presentada por Ecologistas en Acción por el presunto incumplimiento de diversa legislación comunitaria, en el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa. Según la denuncia que investiga Bruselas, este proyecto incumple diferentes directivas europeas en vigor como las de Aves, Hábitats, Evaluación de Impacto Ambiental y de Acceso a la Información en Materia de Medio Ambiente. La mayoría de esta normativa es anterior al proyecto de Yesa, pero para la Ecologistas en Acción, este proyecto entra también en contradicción con los objetivos de otras normativas aprobadas con posterioridad al recrecimiento. Es el caso de la Directiva Marco de Aguas y de la de Evaluación de Impacto Estratégica, así como normas estatales relacionadas con las leyes comunitarias infringidas. Ecologistas en Acción recuerda que este embalse afectará a un total de 22 espacios naturales (5 reservas naturales y 17 enclaves naturales) y otros lugares que cumplen los requisitos para ser protegidos con las figuras de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) o Lugar de Interés Comunitario (LIC), aunque no hayan sido propuestos por el Gobierno de Aragón. Además, Europa también ha abierto expediente por la incidencia del pantano en el Camino de Santiago. Este colectivo confía en que los diferentes trámites administrativos y judiciales abiertos contra este proyecto "den resultados satisfactorios, en el mismo sentido que se ha comenzado a observar con la última sentencia de la Audiencia Nacional sobre el proyecto de Santaliestra". Los ecologistas advierten que el proceso administrativo del proyecto de recrecimiento de Yesa "ha estado de igual modo dominado por la ocultación de informes e información, irregularidades en la tramitación y la presencia de estudios que advierten del riesgo sobre poblaciones aguas abajo". A su juicio, se trata de "un proyecto totalmente desproporcionado, sólo justificable desde la lógica que servirá para el trasvase del Ebro a otras zonas, con enormes impactos sociales, culturales y medioambientales sobre los pueblos y ecosistemas de la Alta Zaragoza".