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Heraldo de Aragón. Lunes, 30 de julio de 2001
Los mensajeros y Santaliestra, unidos por el «no» al PHN

Los mensajeros apoyaron ayer el rechazo a la construcción del pantano de Santaliestra. Un gesto que fue agradecido por los vecinos, que les acompañaron durante la mitad de la séptima etapa (37 kilómetros) contra el trasvase.

Fotógrafo: RAFAEL GOBANTES
Los mensajeros, a su llegada a Santaliestra, junto a los vecinos
RUBÉN DARÍO NÚÑEZ. Santaliestra
«¡Vamos, valientes!». Una vecina de Santaliestra recibía así a los mensajeros de la Marcha Azul que, tras siete etapas y 250 kilómetros, llegaron ayer a esta localidad ribagorzana para mostrar su solidaridad con los 117 habitantes que, según el alcalde de Santaliestra, Javier Mur, están «en peligro de muerte, por la intolerancia de una Administración que quiere construir una obra hidráulica destinada únicamente al trasvase y a expoliar los recursos de una comarca cuyo único futuro pasa por el agua».

«Lo más duro ya lo hemos pasado, que era llegar aquí». Con este ánimo se expresaba r Javier Fernández, uno de los cinco mensajeros que actualmente «marcha» por el Pirineo altoaragonés, junto a los ya conocidos tres «Pepes» –José Luis Martínez, José Luis Gamboa y José Luis Pardos– y Carmen Maldonado, después de que hubiera recorrido senderos durante ocho horas para cubrir el trayecto Aínsa-Santaliestra.

Sin embargo, el de ayer fue un día diferente para ellos, ya que a mitad de etapa, alrededor de cuarenta vecinos de Santaliestra acudieron a su encuentro para acompañarles y apoyarles. «Si en todos los lugares ocurre lo mismo que en Santaliestra, no llegarán sólo a Bruselas, sino a donde haga falta», señaló el alcalde.

A pesar del intenso sol, de los momentos difíciles y de alguna que otra ampolla, los mensajeros no han perdido el buen humor. Entre risas, a su llegada a Santaliestra a las 16.30 horas, bromeaban sobre sus edades y su condición física, necesaria para cubrir los 1.664 kilómetros entre Biscarrués y la capital belga. Aunque José Luis Martínez sentenciaba: «A la vejez, Bruselas». Y es que –resaltan– las etapas son tan largas «que, para señoritos de ciudad como algunos de nosotros, es peligroso porque puedes salir escarmentado».

No obstante, las dificultades que van encontrando por el camino son solapadas por los magníficos paisajes de un Pirineo que no desean ver «embalsado». Ayer mismo, Javier Fernández se mostraba «impresionado» por la cantidad de pueblos y caseríos abandonados que han contemplado en sus «caminatas», a lo que José Luis Pardos respondió con una frase para la reflexión. «Como nos fiemos en Aragón, a este paso no vamos a necesitar el agua, porque no va a quedar nadie».

No obstante, los vecinos de Santaliestra no han sido los únicos que han mostrado su apoyo y solidaridad con estos voluntarios que tienen como objetivo –recordó José Luis Martínez– «decir a los franceses y a los belgas que los Gobiernos europeos no tienen que dar un duro para el Plan Hidrológico Nacional». «Precisamente el sábado –contó José Luis Pardos– «llegamos a Fiscal, y encontramos una marquesina donde pensábamos pasar la noche, ya que estaba a cubierto, pero al entrar al bar del pueblo y contarles nuestra aventura, el dueño nos "obligó" a quedarnos en su propio establecimiento. La solidaridad que nos están mostrando es enorme».

Los aplausos, las pitadas de los coches y los gritos de ánimos, según José Luis Martínez, «hacen que no podamos abandonar así como así, porque nos hemos comprometido a no defraudar a los amigos que estamos haciendo».
El Periódico de Aragón. Lunes, 30 de julio de 2001
El calor y los kilómetros pasan factura entre los 'mensajeros'
En Santaliestra fueron recibidos con cerveza fría y aplausos

EL PERIÓDICO Zaragoza

Los mensajeros de la Marcha Azul continuan su camino hacia Bruselas para protestar por el Plan Hidrológico Nacional. El fuerte calor y los 250 kilómetros que llevan recorridos comienzan a hacer mella en los caminantes. La etapa de ayer comenzó en Aínsa, de donde salieron a las siete menos cuarto de la mañana, y terminó en Santaliestra, pasadas las cinco de la tarde.

En la etapa de ayer dejaron la carretera para tomar los senderos del Sobrarbe, lo que endureció todavía más la etapa. En Santaliestra fueron recibidos por todos los habitantes que quisieron mostrarles su apoyo. El alcalde y los vecinos los agasajaron con cerveza fría para aliviar los rigores del verano. Por la tarde recibieron un homenaje, pero la jornada fue tan agotadora que los mensajeros , después de la ducha, cenaron y se acostaron pronto. La jornada de hoy es menos dura, ya que se trasladan hasta Castejón de Sos en una etapa de 33 kilómetros.

Aunque el calor y los kilómetros acumulados empiezan a pasar factura, la ilusión y la perseverancia de estos aragoneses hace que Bruselas está cada vez más cerca.

 

MarchaBruselas.com