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Marcha Azul: primeros 400 kilómetros contra el PHN

Han pasado catorce días y más de 400 kilómetros por sus pies desde que un grupo de personas concienciadas por una causa partieran de Biscarrués con destino a Bruselas. El viaje no pasaría de ser unas buenas vacaciones veraniegas si no fuera porque estas gentes, que todos conocen como los mensajeros , emprendieron el camino de un modo muy especial y por un motivo concreto.

La política hidrológica del Gobierno incluye el trasvase del Ebro, que encontró la oposición de una mayoría del pueblo aragonés y de otras regiones a las que el Ebro riega sus tierras. Cuando el Senado dio luz verde a la aprobación del célebre Plan Hidrológico Nacional, la Plataforma en Defensa del Ebro decidió elevar la protesta a Bruselas. Y tuvieron la idea de hacerlo con una marcha reivindicativa que saldrá del delta del Ebro el próximo 10 de agosto. Para que las ideas del viaje, conocido como la Marcha Azul , tuvieran publicidad, una avanzadilla inició la marcha unos días antes, el 23 de julio, desde Biscarrués. Los 1.664 kilómetros que separan la localidad oscense de Bruselas no suponían un obstáculo para ese grupo de mensajeros que quisieron hacer el camino a pie.

Hasta ahora han superado los inconvenientes del asfalto derretido por el fuerte calor que tuvieron que superar en las primeras jornadas pirenaicas, la gripe que afectó a algunos, los puertos de montaña más propios de los héroes del Tour de Francia o las ampollas que surgían en los pies hasta que encallecieron.

La avanzadilla que anuncia los errores de un Plan Hidrológico Nacional que no convence a casi nadie, quiso recorrer los tres focos de la provincia de Huesca donde hay mas sensibilidad contraria al trasvase: Biscarrués, Yesa y Santaliestra. En el camino encontraron el jaleo de la gente que los animaba, los homenajes institucionales y un bello paisaje que no quieren ver inundado. En su travesía por el norte de Aragón no pagaron alojamiento ni comida, porque ningún pueblo-- por pequeño que fuera-- quería que estos hombres y mujeres pasaran inadvertidos con el mensaje que guardan en sus mochilas y en sus banderas.

Los mensajeros portan un lema que quieren que sea oído en Bruselas: Marcha Azul a Bruselas por una Nueva Cultura del Agua. Ni un euro para este Plan Hidrológico Nacional . Han encontrado muchas organizaciones que secundan el lema, no sólo de Aragón o Cataluña, las dos comunidades más empeñadas en que el PHN no se ejecute. También han encontrado apoyos de asociaciones murcianas, almerienses, valencianas, vascas, gallegas... de toda España llegan los apoyos. Y también de otros países como Portugal, Francia, Alemania o Italia. Además, muchas personas han secundado la marcha a lo largo del camino, y los mensajeros animan a todos los que quieran a que se unan a ellos. "No importa el medio de transporte ni la distancia que recorran, cualquier pequeño gesto es tan importante como el más grande", dice José Luis Martínez, uno de los obstinados mensajeros que lleva en el camino desde el primer día.

Quedan todavía 34 etapas a pie por carreteras y senderos franceses y belgas, en los que el calor será más suave que el que han padecido hasta la fecha. En Francia tienen un trabajo más arduo que en las comarcas oscenses, ya que allí necesitarán levantar la voz más fuerte para explicar por qué un grupo de locos decidió un día echar a andar y no parar hasta que las instituciones europeas los escuchen.

MarchaBruselas.com