Entre el 10 de agosto y el 9 de septiembre, una gran marcha azul discurrirá entre Tortosa (Tarragona) y Bruselas, convocada por la Plataforma en Defensa del Ebro. Los portavoces de la plataforma en Tarragona, Ester Baiges, y Zaragoza, Cristina Monge, presentaron ayer en Barcelona los detalles de la marcha, que remontará el Ebro hasta Zaragoza, atravesará los Pirineos y se adentrará en Francia, Alemania, Holanda y Bélgica.

La marcha, que se hará básicamente a pie aunque habrá tramos en que discurrirá motorizada, pretende hacer pedagogía de una nueva cultura del agua que equilibre los territorios. «El absolutismo del Gobierno del PP nos deja pocas vías para evitar este expolio; una de ellas es la de las movilizaciones y la otra es impedir que la Comisión Europea otorgue fondos para el PHN», aseguró ayer José Antonio Acero, de la Chunta Aragonesista.

Después de que el Senado aprobase el PHN con los votos del PP, CiU y Coalición Canaria, y tras los numerosos actos de protesta organizados en Zaragoza, Tarragona, Barcelona y Madrid, la Plataforma en Defensa del Ebro orienta ahora sus acciones hacia Bruselas.

Cristina Monge explicó que este giro europeo tiene sentido porque el PHN vulnera numerosas directrices comunitarias y el 40% de las inversiones necesarias esperan recibir financiación de la Comisión Europea.

Los organizadores esperan que entre 300 y 400 personas partan el 10 de agosto de Tortosa y que, cada día, un centenar más participen en los trayectos propuestos, que se podrán cubrir a pie o en los autocares de apoyo de que se dispondrá.

La denominada marcha azul llegará el 8 de septiembre a Bruselas, un día antes de que se celebre una gran manifestación que espera congregar a miles de personas, entre ellas representantes de partidos de izquierda europeos. Agencias de viajes catalanas y aragonesas están ofertando ya paquetes de viaje para aquellos que quieran asistir a la manifestación.

Mientras, en las Terres de l'Ebre la tensión no disminuye, especialmente después de la polémica actuación de los Mossos d'Esquadra el pasado sábado, durante una visita a Deltebre del conseller de Medi Ambient, Felip Puig. Tres personas resultaron heridas como consecuencia de la contundente carga de los Mossos, aunque sólo una vecina de Deltebre ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil contra la policía autonómica. No lo ha hecho el presidente de la agrupación local del PSC de Sant Jaume d'Enveja Damià Queral, que tuvo que ser atendido de diversas contusiones y heridas en el tórax. Queral no ha presentado denuncia para «no aumentar la crispación», según el diputado socialista Josep Maria Antich.Aún así, los socialistas mostraron ayer el informe médico de Queral. Para Antich, «con la denuncia pública ya es suficiente para conocer cómo actuan [los Mossos d'Esquadra] y no hace falta llegar a más».

La polémica actuación policial se produjo en Sant Jaume d'Enveja, después de la primera protesta en la que los antitrasvasistas impidieron al autobús del conseller acceder a Deltebre, lanzando todo tipo de objetos contra el vehículo.

Ante esta situación, el diputado socialista y alcalde de Flix, Antoni Sabaté, ha propuesto el nombramiento de un mediador para «pacificar» las Terres de l'Ebre.