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Heraldo de Aragón, 3 de febrero de 2004
Los usos futuros de Yesa necesitarán como máximo 830 hectómetros
  •  Recrecer la presa entre las cotas intermedias 506 y 510 proporcionaría una capacidad de entre 900 y 1.100 hm3. La diferencia de regulación anual con la cota máxima de 521 es sólo de 80 hm3.

C. VILLANOVA/ J. J. VERÓN. Zaragoza | Los usos agropecuarios, urbanos e industriales que dependerán en las próximas décadas del embalse de Yesa exigirán un consumo máximo de 830 hectómetros cúbicos, una cifra que se puede obtener, además de una reserva extra, con el recrecimiento de la presa en una cota intermedia.

El actual proyecto de recrecimiento establece elevar Yesa de la cota 489 (metros sobre el nivel del mar) a la 521. La presa pasaría de 78 metros de altura a 116 y su capacidad se triplicaría, ya que de 470 hectómetros cúbicos se alcanzarían los 1.525. Para ello, habría que inundar el municipio de Sigüés (o salvarlo con un sistema de represas que la misma localidad rechaza por el peligro que conlleva), anegar 2.100 hectáreas de cultivos y montes, dejar bajo las aguas parte del Camino de Santiago (itinerario cultural declarado Patrimonio de la Humanidad), además de algunos edificios históricos, varias casas de labor e instalaciones diversas.

Las cotas intermedias que se plantean desde instancias políticas y sociales, como PSOE, IU, o el sindicato agrario UAGA, oscilan entre la 506 y la 510. En el primer caso, el muro sobre el río Aragón se elevaría hasta los 95 metros de altura para lograr una capacidad de 900 hm3, mientras que en el segundo, con cuatro metros más de presa, se llegaría a los 1.100 hm3. Con ambas opciones, el casco urbano de Sigüés quedaría intacto, las afecciones al territorio se reducirían prácticamente a la mitad (en torno a las 1.100 hectáreas) y el Camino de Santiago no tendría que ser alterado.

La diferencia entre la cota máxima y las intermedias es mucho menor cuando se compara la capacidad de regulación; es decir, la cantidad de agua que puede retener el embalse durante un año.

Con la coronación de la presa en los 521 metros, esta última magnitud sería como máximo de 1.250 hm3, mientras que con la cota 506 quedaría en 1.170, únicamente 80 hm3 menos. Por lo tanto, la disponibilidad del recurso hídrico a lo largo de un ejercicio anual sería muy parecida en ambos casos. El nivel se acerca más todavía si se tiene en cuenta el funcionamiento de los embalses laterales de Malvecino (7,4 hm3), inaugurado la pasada semana, y Laverné (37 hm3), que entrará en funcionamiento el año próximo. Usos agrícolas y urbanos

El gasto de agua fundamental dependiente de Yesa es el riego en el sistema de Bardenas. Actualmente, con cifras oficiales de la DGA, hay 60.000 hectáreas ya transformadas. El Plan Nacional de Regadíos (PNR) aumentará esa extensión en 6.000 hectáreas más hasta 2008 (pero su puesta en explotación se adelantará tres o cuatro años). La petición histórica de la Comunidad es que, hacia el 2020, la superficie regable sea de 90.000 hectáreas, aunque la transformación de Bardenas III es un proyecto que casi nadie confía que salga adelante.

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro cifra el consumo medio del regadío entre 7.759 y 9.129 metros cúbicos por hectárea y año, aunque las mejoras técnicas tienden a reducirlo. Estableciendo como cifra media 8.000 m3, y de acuerdo a las extensiones comentadas, Bardenas consume ahora 480 hm3, gasto que subirá a 528 en el año 2008 y que, como máximo, en 2020 sería de 720, aunque todas las fuentes consultadas estiman que, como mucho, se llegará a 600 hm3.

A los consumos hídricos de la agricultura, hay que sumar los urbanos e industriales. Actualmente, Yesa abastece a una treintena de poblaciones con 12 hectómetros cúbicos. Esa cantidad crecerá exponencialmente a partir de 2005, cuando Zaragoza y su entorno también se abastezcan del río Aragón. A esa finalidad se destinarán 90 hm3, que tampoco ocuparán sitio en Yesa, ya que esta previsto almacenarlos en La Loteta, que ya está en la fase final de su construcción.

De acuerdo a esos cálculos, como se observa en el gráfico superior, en el supuesto de la máxima demanda posible, los usos de Yesa en el futuro exigirían alrededor de 830 hm3. Sin embargo, la cifra realista es inferior, ya que se puede descontar el caudal reservado en La Loteta y es más que probable que el regadío no alcance el mayor crecimiento supuesto. Sobre el suministro a Zaragoza, la tendencia es reducir el gasto de agua, no aumentarlo.

A partir de los 800 hm3, un recrecimiento superior de Yesa sólo puede tener dos objetivos: asegurar caudales para años secos o proporcionar agua suficiente para realizar el trasvase del Ebro, como hace tiempo reconoció algún dirigente de los regantes de Bardenas.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET