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AragónDigital.com, 15 de noviembre de 2004
Narbona paraliza las expropiaciones en Artieda para modificar la obra de Yesa
  • La ministra de Medio Ambiente abrirá un debate para analizar el recrecimiento y consensuar una cota intermedia.
JOSÉ JUAN VERÓN. Zaragoza | La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ordenó ayer al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, que paralice los trámites administrativos que atañen a la segunda fase de expropiación de terrenos en el municipio de Artieda, actualmente en curso para ejecutar el recrecimiento del embalse de Yesa, en el río Aragón, a cota máxima. Sin embargo, el resto de actuaciones que se desarrollan como trabajos previos a la construcción del cuerpo de presa no se han detenido.

La orden de Narbona, que es la primera que recibe José Luis Alonso como presidente de la CHE, se trata una medida previa a la apertura de un debate técnico y social para intentar superar la conflictividad generada por el proyecto de recrecimiento máximo (que supondría triplicar la capacidad del embalse e inundaría el municipio de Sigüés) y que se retiren los procesos judiciales interpuestos por los afectados para frenar la construcción de la nueva presa.

Narbona ha asumido una de las reclamaciones del Ayuntamiento y la mayoría de los afectados en Artieda, que entienden que la expropiación de terrenos era un castigo del Gobierno del PP por su postura contraria al recrecimiento. Desde esa posición se mantiene que se trata de tierras que no serían inundadas antes de cinco años y que en un 95% no son precisas para construir una carretera de acceso a una cantera, que es el motivo que adujo la CHE para iniciar las expropiaciones a principio de este año.

La ministra también se hace eco de la tesis defendida por Marcelino Iglesias, con el respaldo de casi todo el PSOE aragonés, que está convencido de que un recrecimiento a cota intermedia es más que suficiente para satisfacer las demandas planteadas, pero que debe hacerse sin detener las obras, con un modificado del proyecto. Izquierda Unida también propugna la cota intermedia, mientras que PAR y CHA, sin hablar de cotas, han mostrado su disposición a analizar y debatir sobre el asunto sin condicionamientos previos. El PP insiste en que sólo cabe ejecutar la obra como está concebida en el Pacto del Agua, rubricado en 1992.

Para Cristina Narbona, Yesa es la cuestión prioritaria en la cuenca del Ebro. La ministra cree que es preciso replantearse el proyecto por los grandes impactos ambientales que supone y la grave conflictividad social que ha originado. En su opinión, la paralización de las expropiaciones y la revisión del recrecimiento no tiene por qué retardar en exceso la ejecución de la obra ni quiere decir que no se vaya a hacer.

Pero lo que sí tiene absolutamente claro Cristina Narbona son una serie de premisas que considera irrenunciables para aumentar la capacidad del embalse sobre el río Aragón. La primera es renunciar a la cota máxima, que considera desproporcionada para los fines que se reclaman. La segunda, que va indefectiblemente unida a la primera, es evitar que se inunde Sigüés y minimizar los impactos en el resto de municipios afectados.

Sobre el debate que se quiere abrir para replantear Yesa, la ministra, que hoy se reúne con el presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, contempla con satisfacción el modelo de la Iniciativa Social de Mediación sobre los embalses impulsado por la Fundación Ecología y Desarrollo para intentar hallar puntos de consenso entre todos los implicados.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET