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El País, 16  de mayo de 2005
Gestión hidráulica
La conversión de 350.000 hectáreas en regadío en 10 años agrava la sequía 
  • El Gobierno mantiene su plan de regar otras 130.000 hectáreas antes de 2008 pese a la escasez
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid

España ha vivido un aumento del regadío en los últimos 10 años, en los que se han creado unas 350.000 hectáreas, según el Ministerio de Agricultura. El Ministerio de Medio Ambiente alerta de que este aumento del riego (un tercio en el Mediterráneo) dificulta la gestión de la sequía, la peor en 10 años. Mientras Agricultura insiste en que los nuevos regadíos son fundamentales para mantener la población rural, Medio Ambiente y los ecologistas denuncian el ritmo de crecimiento. El Ejecutivo mantiene su plan de crear 130.000 nuevas hectáreas antes de 2008, pese a la escasez de agua. La agricultura consume el 75% del agua en España y, aunque no existe un único dato fiable, todos los estudios coinciden en que en los últimos 20 años ha aumentado la superficie regada. El Instituto Geográfico Nacional, del Ministerio de Fomento, acaba de concluir un estudio con satélite sobre el cambio del suelo entre 1990 y 2000. Según el informe, en esa década se crearon más de 350.000 hectáreas de regadío, una superficie superior a la provincia de Álava. En esa cifra entran cultivos regados todo el año, frutales, arrozales, viñedos y olivares, a los que se les dotado de sistema de riego. El director general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Francisco Amarillo, calcula que se han creado "35.000 nuevas hectáreas al año, menos que en otras épocas".

Las discrepancias surgen al evaluar el impacto. El secretario general para la Biodiversidad y Ordenación del Territorio, del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, asegura: "El aumento del regadío en zonas con déficit de agua dificulta la gestión de la sequía con respecto a la última sequía". Serrano apunta a la costa mediterránea. El informe de sostenibilidad del Programa Agua, que sustituye al Trasvase del Ebro, señala que en la costa han aparecido más de 100.000 hectáreas de regadío en 10 años. Y eso, en una zona con poca agua y cíclicas sequías.

Amarillo minimiza el impacto: "El nuevo regadío es fundamental para fijar a la población rural, y además de crear nuevas hectáreas se han modernizado muchos riesgos, lo que ahorra agua". Una hectárea de regadío produce seis veces más que una de secano y es una forma de evitar que los pueblos se queden sin gente. El Gobierno mantiene planes para crear unas 130.000 hectáreas de regadío, y subir del 15% actual al 25% de regadíos eficientes en 2008. "Queremos que un millón de hectáreas tenga riego localizado o por aspersión, lo que puede llegar a ahorrar un 60% de agua respecto el riego a manta", según Amarillo. Cada hectárea de regadío consume una media de 8.000 metros cúbicos al año, lo mismo que 45.000 habitantes en un día.

El presidente de la Federación Nacional de Regantes, Andrés del Campo, matiza el ahorro de la modernización: "Al modernizar se ahorra en una parcela, pero el agua que antes aparentemente se perdía retornaba a la cuenca. Así que el ahorro total al modernizar los regadíos en la cuenca es menor en el total que si miramos parcela a parcela". Los regantes apuestan por mantener la superficie actual antes que seguir aumentándola.

El profesor de Agrónomos de la Universidad de Córdoba Julio Berbel evaluó el aumento del regadío en el Guadalquivir para la Confederación Hidrográfica. La demanda de agua para riego en el la cuenca creció 400 hectómetros entre 1992 y 2002. El Trasvase del Ebro preveía llevar 1.000 hectómetros cúbicos.

Berbel apunta otros efectos de los nuevos regadíos: "En la sequía de principios de los 90, muchos agricultores perdieron cosecha de secano. Ese año les fue mal y ganaron poco dinero. Ahora será peor. Con el regadío han invertido en nuevos cultivos y han pedido préstamos, eso demuestra que el agricultor es emprendedor, pero si sigue sin llover las pérdidas serán mayores que hace 10 años. En ese sentido, el aumento de la superficie regada dificultará la gestión de la sequía".

La portavoz del PP en Medio Ambiente, María Teresa de Lara, afirma que los pantanos son necesarios y que los nuevos regadíos son positivos: "El medio ambiente tiene que ir ligado a desarrollo económico. Sin eso, no sirve".

Los ecologistas son los más críticos con los nuevos regadíos. Piden una revisión del coste de embalses y canalizaciones para llevarles el agua y el precio que pagan, como señala Santiago Martín, de Ecologistas en Acción. Es un discurso que ha mantenido, con matices, Medio Ambiente. Amarillo critica el planteamiento: "El regadío no se puede plantear en términos únicamente económicos. La agricultura consume el 75% del agua y supone el 3,5% del PIB, pero necesitamos población rural. Es bueno socialmente".

 

Medio Ambiente considera que la demanda de Murcia es insostenible

TONO CALLEJA - Murcia

Murcia tiene un modelo de desarrollo continuado que aumenta la demanda de agua, pese a que en los últimos años no ha recibido nuevas aportaciones del preciado líquido. El Ministerio de Medio Ambiente ha denunciado que este crecimiento es "insostenible". En la cuenca del Segura, de los 1.500 hectómetros cúbicos de agua que se consumen al año, 450 llegan de otra cuenca, la del Tajo; y unos 245 hectómetros proceden de pozos ya sobre explotados. Además, en los últimos años sólo se ha construido una desalinizadora, que comienza ahora a funcionar a la mitad de rendimiento.

Este déficit estructural se ha agudizado en los últimos 15 años, en los que Levante ha vivido una revolución económica gracias en parte a la agricultura intensiva de invernaderos, con varias cosechas al año. En los últimos años ha continuado el aumento de la irrigación en Murcia, pese a que la Ley de Aguas de 1986 impide nuevos regadíos en Alicante y Murcia por la falta de agua.

Entre 1990 y 2000, la superficie de regadío de la cuenca del Segura aumentó en unas 20.000 hectáreas, según un estudio realizado por satélite por el Ministerio de Fomento. La Confederación Hidrográfica ha cifrado el aumento de hectáreas regables en 30.000.

El consejero de Agricultura y Agua del Gobierno murciano, Antonio Cerdá, del PP, reconoce este aumento, pero niega que sea ilegal. El consejero afirma que la expansión agrícola se centra en los terrenos que sí pueden recibir agua del trasvase del Tajo-Segura, que en los años del PP trasvasó más agua a la Región de Murcia que en épocas anteriores.

Viviendas unifamiliares

Serrano destaca que en Murcia se han construido multitud de viviendas unifamiliares diseminadas, lo que supone una mayor ineficiencia en el uso del agua porque al aumentar la red de distribución, aumentan las pérdidas. Además, se ha incrementado la superficie de jardines (y el riego residencial) y el número de piscinas.

El portavoz del Gobierno de Murcia, Fernando de la Cierva, aseguró que el desarrollo de Murcia sí es sostenible: "Ni el señor [Antonio] Serrano [secretario general para el Territorio y la Biodiversidad] ni nadie nos tiene que venir a decir cómo se tiene que desarrollar la región". Éste señaló que en Cataluña y Andalucía, con Gobiernos socialistas, también se construyen viviendas unifamiliares y campos de golf. Recordó que recientemente el ministro de Industria, José Montilla, inauguró un campo de golf en Murcia financiado por La Caixa, y se preguntó si es que este campo es mejor que otros porque lo financia una entidad catalana, pero si lo financia una murciana "es un despilfarro".

 

Asociación Río Aragón-COAGRET