JACA.- La
Asociación Río Aragón calienta motores de cara al juicio penal
contra el recrecimiento del embalse de Yesa, que da comienzo el
próximo 6 de marzo, y el fin de semana anterior (4 y 5 de marzo)
protagoniza, junto a la PDE, Plataforma en Defensa de l’Ebre, y
otros colectivos opuestos a grandes obras hidráulicas, un acto
en el que se apostará por el buen estado ecológico del río
Aragón, de acuerdo a la nueva Directiva Marco del Agua (DMA) de
la Unión Europea.
Miguel Solana y Guillermo Lacasta, portavoces de Río Aragón,
dieron a conocer el programa para los días 4 y 5 de marzo:
reuniones de trabajo y el sábado, además, acto público en el
Palacio de Congresos de Jaca (a las 20,30 horas), en el que la
PDE compartirá con los demás colectivos y la sociedad jacetana
la Creu de Sant Jordi, el máximo galardón de la Generalitat
concedido por su lucha contra el Plan Hidrológico Nacional, y
fin de fiesta con la actuación de La Ronda de Boltaña.
Los portavoces se mostraron optimistas respecto al juicio penal
“que llevará a la paralización del recrecimiento”, aunque
entienden que lo importante es cambiar una política hidráulica
trasnochada en la que “no tienen cabida obras como la de Yesa”
una “sangría inaceptable”.
"LA
PELEA SIGUE VIVA"
Solana afirmó que "la pelea contra
el recrecimiento sigue viva y vigente" de ahí que, en vísperas
del juicio, se quiera retomar una unidad de acción entre
colectivos siempre próximos y solidarios. El objetivo es "dar
impulso a la DMA" como "principio rector" para que en la gestión
de las aguas por encima de todo esté "el buen estado ecológico
del os río", y a continuación, "la recuperación de costes".
"Somos firmes creyentes en que una de las revoluciones que se
han de producir es la del contador", para que quien utilice en
un nivel básico el agua la pague a un precio y el que la use
para producir a otro, lo que implica abordar "las ampliaciones
masivas de regadíos".
Añadió que la Directiva Marco del
Agua, de aplicación entre los años 2006 y 2009, ha de conllevar
la inmediata revisión del Plan hidrológico de Cuenca, y que son
los colectivos sociales los que están en la línea, mientras el
gobierno central duda y mantiene algunas de las grandes
infraestructuras, y el de Aragón pide una moratoria de la DMA
para tener tiempo de hacer las "últimas tropelías".
Luisa PUEYO |