Iñaki VIGOR | IRUÑEA
El ingeniero responsable de la
actual presa de Esa (Yesa), René Petit, ya advirtió en su día de
los peligros de llevar a cabo un recrecimiento de este embalse
situado entre Nafarroa y Aragón. «Seguramente, durante las
excavaciones para la construcción de la presa vio que aquel
terreno era inestable y advirtió de que esta obra ni se tocara»,
declaró ayer a este periódico Antonio Casas, un experto geólogo de
la Universidad de Zaragoza que también ha advertido en repetidas
ocasiones sobre los peligros de Itoitz y de Esa.
Pero ni los Gobiernos del PSOE ni
del PP han tenido en cuenta estas advertencias ni las numerosas
denuncias realizadas en los últimos años por diversas
instituciones, organizaciones ecologistas y colectivos populares,
que no pudieron impedir el inicio de las obras de recrecimiento en
el año 2001.
A lo largo de estos últimos cinco
años han ido aflorando los problemas de inestabilidad de la ladera
izquierda, pero tanto el Gobierno español como la CHE le han
restado importancia. Sin embargo, un periódico madrileño reveló
ayer que hace siete meses se produjo un enorme deslizamiento de
terreno en esa ladera izquierda, y que la CHE lo ha mantenido
oculto.
En concreto, la empresa madrileña
Ingeniería del Suelo SA, que asesora técnicamente a la CHE, señala
en su informe que a principios de agosto de 2006 sus técnicos
acudieron a Esa, avisados por una llamada de urgencia de la
dirección técnica de las obras, para evaluar un gigantesco
deslizamiento de terreno que se había producido en la ladera
izquierda.
El volumen de terreno deslizado
asciende a 3,5 millones de metros cúbicos, en una superficie de
500 metros de largo por 300 de ancho, una profundidad media de 20
metros y grietas de más de un metro de anchura.
Se da la circunstancia de que la
superficie deslizada no es la zona considerada más peligrosa de la
ladera izquierda, la cual se encuentra más próxima a la presa. De
hecho, los informes técnicos elaborados por expertos geólogos
contratados por el Ayuntamiento de Artieda (Zaragoza) siempre
habían advertido de los riesgos de esta última zona, hasta el
punto de que la CHE decidió «sujetarla» mediante burones. El
volumen del deslizamiento potencial de esta zona considerada más
peligrosa está calculado en 18 millones de metros cúbicos de
tierra, lo que da una idea del riesgo que entraña.
Se conocía antes de las obras
Lo que más llama la atención del
informe elaborado por Ingeniería del Suelo SA es que la zona que
se deslizó en agosto de 2006 ya presentaba síntomas de movimiento
antes de comenzar las obras de recrecimiento del embalse. «Y a
pesar de ello, el proyecto se aprobó y las obras comenzaron a
ejecutarse», recordó ayer José Luis Beaumont, abogado de la
Coordinadora de Itoitz y de instituciones y colectivos que se
oponen al recrecimiento de Esa.
Precisamente, el inicio de las obras
de recrecimiento de este embalse motivó una querella del
Ayuntamiento de Artieda contra responsables de la CHE en este
proyecto, que comenzó a ejecutarse bajo el Gobierno de José María
Aznar.
A pesar de la inestabilidad de la
ladera izquierda, en 1999 hubo una declaración de impacto
ambiental favorable al proyecto de recrecimiento. La querella del
Ayuntamiento de Artieda incluyó acusaciones de prevaricación y de
delito contra el patrimonio histórico y artístico, ya que el agua
inundaría varios kilómetros del Camino de Santiago. Otro de los
elementos centrales de las acusaciones era un presunto delito de
riesgo catastrófico, precisamente por los problemas de
inestabilidad de la ladera en cuestión.
A pesar de todas las evidencias
existentes, los procesados fueron absueltos, debido en gran parte
a que varios peritos de la defensa aseguraron que no había «ningún
problema» de deslizamiento de la ladera y que «todo estaba
perfectamente estudiado y controlado».
«Sus testimonios han sido
desmentidos frontalmente ahora», afirma el abogado José Luis
Beaumont, que presentó un recurso contra aquella sentencia y que
precisamente ayer iba a ser estudiada por la Sala Segunda del
Tribunal Supremo.
«Paralización inmediata»
«En la vista del juicio celebrado el
pasado año llegaron a decir que éste era uno de los proyectos más
seguros del mundo, porque se habían hecho más estudios que en
ningún otro sitio y que no había ningún problema». Así lo
recordaba ayer el alcalde de Artieda, Luis Solana, para quien este
asunto «es de una importancia tremenda».
«La versión oficial siempre ha sido
que aquí no pasa nada, que está todo estudiado, pero nosotros ya
veníamos advirtiendo desde hacía mucho tiempo -añadió Luis Solana-
de que esto podía ocurrir. Lo dijimos en 1993, lo reiteramos en
1999 e incluso interpusimos una querella criminal por entender que
no se habían hecho los estudios previos imprescindibles para la
aprobación técnica del proyecto de recrecimiento».
A juicio del alcalde de Artieda, el
informe que ha ocultado la CHE viene a poner de manifiesto la
realidad del problema. «Pueden dar la versión que quieran
-declaró-, pero no pueden cambiar la realidad de una ladera que
tiene evidentes problemas de deslizamiento».
A la vista del informe de Ingeniería
del Suelo SA, Luis Solana entiende que la CHE y el Ministerio
español de Medio Ambiente han quedado «totalmente desautorizados»,
al tiempo que denuncia la «ocultación permanente» de los problemas
derivados de las obras de Esa.
Así las cosas, el alcalde de Artieda
pide a la ministra Cristina Narbona que «tome medidas» para evitar
riesgos a la población. «Ya estamos acostumbrados a que se den
versiones interesadas y se oculten datos, pero nos parecería de
una gravedad intolerable -añadió- que se ponga en peligro la
seguridad de las personas que viven aguas abajo de la presa. Es
imprescindible que se paralicen de forma inmediata las obras,
porque estamos hablando de un deslizamiento importantísimo, que
pone en duda todas las garantías de este proyecto. El informe que
ahora hemos conocido debe traer el descarte definitivo de
cualquier proyecto de recrecimiento».
Pero no parecen ser éstas las
intenciones de la CHE. A pesar de reconocer públicamente que este
deslizamiento de 3,5 millones de metros cúbicos se había producido
en agosto de 2006 y de que había aparecido una grieta en esa misma
zona, asegura que «en ningún momento se ha estado en situación de
alerta o peligro».
Los diputados José Antonio Labordeta,
de la Chunta Aragonesista, y Uxue Barkos, de Nafarroa Bai,
pidieron ayer mismo la comparecencia urgente del presidente de la
CHE, José Luis Alonso, para que informe sobre los problemas de
Esa. advertencias Expertos geólogos, ayuntamientos, organizaciones
ecologistas y colectivos populares y vecinales han advertido
durante los últimos años de los riesgos de recrecer el embalse.
Itoitz y Esa, dos enormes
embalses tan similares como dos gotas de agua
Itoitz y Esa son dos grandes
embalses con grandes similitudes. En línea recta, se encuentran a
25 kilómetros de distancia, y su capacidad actual es parecida, con
algo más de 400 hectómetros cúbicos. En ambos casos existen
gravísimos problemas de deslizamiento de las laderas izquierdas.
En Esa se acaba de ratificar este riesgo, y en Itoitz se detectó
en su día un deslizamiento de hasta 20 hectómetros cúbicos de
tierra, que sigue produciéndose de forma lenta pero continua.
Itoitz y Esa comparten no sólo director de obras -el ingeniero de
la CHE Raimundo José Lafuente Dios-, sino también el asesoramiento
técnico, que corre a cargo de la empresa madrileña Ingeniería del
Suelo SA.
Además, ambos infraestructuras
comparten las grandes dificultades que tienen instituciones y
colectivos opositores para acceder a la información técnica y
ambiental que está en poder del Ministerio español de Medio
Ambiente y de la CHE. La gran diferencia es que en el entorno de
Itoitz ya se han registrado unos 540 terremotos, siete de ellos el
pasado sábado. I. V.
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