Opinión

 

Diario de Noticias, 21-II-2007
EDITORIAL

Yesa: datos para la desconfianza  

La  Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) confirmó la existencia de un informe elaborado después de que en agosto de 2006 se produjera un deslizamiento de 3,5 millones de metros cúbicos de tierra en la ladera izquierda del embalse de Yesa, donde se llevan a cabo obras de recrecimiento del pantano. Mientras la prensa alerta sobre la posibilidad de que la ladera acabe desplomándose sobre el agua produciendo una ola gigante que podría alcanzar incluso a Sangüesa, la CHE trata de tranquilizar a la opinión pública al asegurar que adoptó inmediatamente las recomendaciones incluidas en el informe. Y añade que el movimiento de la ladera "se ha desacelerado hasta casi desaparecer" y que "en ningún momento se ha estado en situación de alerta o de peligro".

Cabe suponer que será así, porque en caso contrario tendríamos que denunciar una actuación gravemente irresponsable. Sin embargo, hay circunstancias -esa equivocada táctica de ocultación de cualquier hecho que contradiga los proyectos de la administración-, que exigen recibir el mensaje de la CHE al menos con ciertas cautelas. Supone un incumplimiento más del principio democrático que exige que toda infraestructura esté sujeta a la máxima transparencia y al máximo control de calidad y eficiencia y sólo puede generar desconfianza. En segundo lugar, las obras están casi paralizadas desde que se produjo el suceso, lo que parece contradecir la afirmación de que no afectaba a la seguridad de los trabajos.

Además, ya en enero de 2004 se detectó una grieta de 20 metros en la ladera izquierda y fue necesario inyectar enormes cantidades de hormigón. Yesa es un proyecto tan poco claro que sus responsables políticos -algunos vinculados también al pantano de Itoiz-, han pasado por los tribunales, y aunque fueron absueltos en primera instancia, la Fiscalía afirma en su recurso que "el relato de hechos probados de la sentencia se corresponde con una sentencia condenatoria". Sin olvidar que de lo dudoso del proyecto da cuenta también el que, obviando las supuestas necesidades originales que exigían un macropantano que triplicaría la capacidad del actual, la CHE haya dado marcha atrás y ahora se conforma con un crecimiento sensiblemente inferior. Quedan, por último, las coincidencias con Itoiz, con denuncias científicas también sobre riesgos de deslizamientos en una ladera y una similar estrategia de ocultismo y falta de transparencia de la CHE.

http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2007/02/21/opinion/d21opi3.817336.php

 

Asociación Río Aragón-COAGRET