Opinión
Diario del AltoAragón, 2-IV-2002
La ofensiva de la derecha hidráulica

Mariano Alfonso. COAGRET-Aragón

       Es recurrente ya, decir que las movilizaciones de estos últimos años en materia hidráulica han sido ejemplares, tanto por su civismo, su firmeza y su continuidad. Un ejemplo de cómo la red social aragonesa y del conjunto de la cuenca del Ebro se reconstruye a sí misma de los dolorosos golpes que le propinan un par de décadas de política de “estabilización” dirigidas desde los poderes fácticos a través de sus redes de clientelismo político: Las diputaciones, los colectivos fantasmas subvencionados, el vaciamiento de contenido o silenciamiento de las reivindicaciones,  la ciminalización de los movimientos sociales reales, la compra de lo medios de comunicación y la burocratización asistida de los llamados agentes sociales.
 
        En la cuenca del Ebro se ha vuelto a demostrar que no es posible silenciar una verdad cuando es compartida por decenas o centenares de miles de personas. Porque si haya algo cierto en este proceso, es que existe un solo movimiento pero una multiplicidad de interpretaciones y algunas de ellas alimentadas por los que, una movilización tras otra, han hecho todo lo posible para que fracasara y una vez ha tenido éxito (como la han tenido todas) arrimar el ascua a su sardina, usando para ello si es necesario todo tipo de presiones, jugarretas y amenazas.
 
        Para algunos de los que hemos estado desde el principio en la organización de estos eventos, como de las plataformas, coordinadoras y asociaciones que los han impulsado, el ciclo de protesta comienza mucho antes de lo que parece deducirse de la mayor parte de las informaciones. Por poner una fecha o un manifiesto simbólico, lo colocaría en torno al Manifiesto por la Dignidad de la Montaña, el ayuno que se extendió por todo Aragón con dos mil ayunantes que mantuvieron su protesta tres semanas, la  posterior manifestación en Zaragoza con doce mil asistentes y que tendría su precedente en la de Jaca contra el recrecimiento de Yesa, con cinco mil personas bajo una tromba de agua y, otro éxito poco comentado, el unánime Paro del Pirineo del 25 de Octubre de 2000, paro que fue contra los grandes embalses que están reseñados en esa lista del corredor de la muerte que es el Pacto del Agua para la sociedad pirenaica.
 
        Desde aquel momento las gentes de las asociaciones de afectados de la montaña y los que con ellos nos sentíamos víctimas de esta tremenda operación de filibusterismo hidráulico que supone la acción combinada del PHN, el Pacto del Agua (que ya no lo defiende la "inmensa mayoría" Sr. Iglesias) y la privatización del agua, vimos con total claridad la lógica interna de esas tres piezas y por ello hemos gritado cada vez más fuerte YESA = TRASVASE. También vimos que el horizonte de la privatización es el hilo con el que se teje todo este sueño de codicia del que se alimenta la cúpula de la caduca administración hidráulica.
 
        Porque, seamos sinceros: ¿que posibilidad tiene las cúpulas de los sindicatos de regantes, el PAR o los empresarios de representar los intereses de aquellos que son los paganos de la mala administración hidráulica, cuando han sido ellos quienes han construido todo un edificio de corruptelas en torno al agua,  que es el que ha permitido este modelo despilfarrador sobre el que se asienta el actual proyecto de Trasvase?
 
        ¿Cómo se puede decir que se defienden los intereses de Aragón y mientras tanto apoyar la privatización de una de las concesiones de agua más importantes como es la de Zaragoza? Así es como se abre el mercado del agua (solo para los grandes, claro) verdadero motor del Trasvase. ¿Por que en las anteriores movilizaciones contra el Trasvase estaban los grandes regantes los primeros, y ahora, constantemente, llaman a la desmovilización y tratan de romper la unidad? ¿Han variado los intereses de Aragón o los de esa pequeña casta? ¿Tenemos que ser el resto de los aragoneses los financiadores de los retiros dorados de estos restos del Antiguo Régimen Hidráulico?
 
        Conscientes de la debilidad de esta posición y de su retroceso, esta derecha hidráulica, ha decidido lanzar una ofensiva trufada de insultos y demagogia vacía de argumentos en varios artículos de ¿opinión?, e incluso, con alguna movilización hecha a su medida.
 
        Tranquilos señores, que este camino es muy largo y la Nueva Cultura del Agua no es instrumento levantado de la noche al día.  No es como esas operaciones de “propaganda de guerra” que ustedes suelen elaborar: Maquillando candidatos, trucando fotos de manifestaciones, vaciando palabras a fuer de usarlas mal. Pero no se engañen, que somos muchos los que vamos a las manifestaciones y vemos cual es la realidad que allí se respira y quien lleva y aporta soluciones y quienes son los que se atrincheran en sus privilegios, usando las legítimas aspiraciones del agricultor aragonés como moneda de cambio.
 
       Que traten ahora de vestirse con los ropajes de la Nueva Cultura del Agua es como si tratan de ponerse el traje de la primera comunión: no les sienta bien por que han crecido y engordado mucho y por que la pureza del blanco, francamente, les quedaría patética.
 

Asociación Río Aragón-COAGRET