Como científico estoy en contra de los trasvases por múltiples motivos. Como habitante del Pirineo lo estoy por que para hacerlos habrá que ejecutar nuevos embalses que aneguen más pueblos y valles (recrecimiento de Yesa, Biscarrués y Santaliestra). Se trata realmente del trasvase del Pirineo, no del Ebro. Y cuando veo que el Gobierno de Aragón y algunos de los convocantes y adheridos a la manifestación del 8-O se oponen al trasvase pero piden que inunden nuestras casas, me duele. Me duele que conciudadanos míos me quieran echar de mi tierra. Y me duele que encima me pidan, casi me exigan, que vaya a manifestarme con ellos, y que me llamen "problema menor, sin importancia". Me duele más aún por el hecho de que los afectados por estas obras nunca somos tenidos en cuenta, a pesar de que fuimos los primeros en advertir de que dichas obras del Pacto del Agua estaban proyectadas para hacer posibles los trasvases.

Descuide señor Biel, que si se hace el trasvase (del Pirineo), será por que se hayan hecho los pantanos que arruinarán definitivamente una parte de Aragón que supuestamente Vd. defiende (Pacto del Agua=Trasvase).

Resulta paradójico ver a nuestro presidente autonómico pregonar a los cuatro vientos las injusticias que se han cometido y se quieren cometer con Aragón, y luego en casa vaya a perpetrar las mismas tropelías con sus conciudadanos de la montaña, traicionando además lo que prometió en el discurso de investidura.

Resulta extraño ver al presidente autonómico encabezar una manifestación en vez de cumplir con su papel que es el de gobernar. Por que nuestro gobierno tiene las armas para parar el trasvase ya, en estos momentos, sin necesidad de una decisión del Consejo de Ministros. Lo único que tiene que hacer es poner en práctica la legislación autonómica en vigor. Aplicando la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés de 1999 paralizaría el recrecimiento de Yesa, por sus graves afecciones sobre el Camino de Santiago, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad y el único Itinerario Cultural Europeo. Y lo mismo ocurriría si aplicara la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Aragón en Santaliestra y Biscarrués, pues tienen motivos científicos suficientes para serlo. El conflicto de competencias creado se dilataría tanto en los tribunales que al final se daría la razón al Gobierno de Aragón (tal como ocurrió con las Hoces del Cabriel, o los campos de tiro de Anchuras o Cabañeros). El gobierno central no puede imponer una decisión a los autonómicos, pero éstos se tiene que defender con sus propias leyes, no con manifestaciones.

Por todo ello no estaré en día 8 en Zaragoza, pero secundaré el paro pirenaico del 25-O "Por la dignidad de la montaña y el diálogo": detener los grandes embalses para suspender el trasvase [www.pirinet.com/paro.htm]. Y también bajaré a la manifestación del 12-N.