Opinión
El Periódico de Aragón, 8-II-2002
Sala de máquinas
JUAN Bolea
PRIMERAS PIEDRAS

 
Mientras Matas disfruta con la pala en la mano, Atarés reza para que las piedras de Independencia no respondan a restos artísticos

Vamos a comenzar hoy con un ejemplo de pinochetismo político.

Según recordaba al Parlamento aragonés el diputado nacionalista Bizén Fuster, nuestro querido y admirado ministro Matas, benefactor de la comunidad de Aragón, declaraba en Cantabria (no había delante periodistas aragoneses), lo siguiente: "Las obras del trasvase van bien --dijo el ministro, sin pensárselo dos veces-. Hemos colocado ya la primera piedra del recrecimiento de Yesa, hemos licitado Biscarrués, esperamos licitar antes de fin de año Santaliestra, y por lo que respecta a las meras obras de construcción, esperamos tener los proyectos antes de fin de año".

Consecuentemente, Chunta se basa en declaraciones como ésta, y en antiguas sospechas, para mantener viva su tesis de que las grandes obras del Pacto del Agua son, obrarán simplemente, a modo de garantías de almacenaje y suministro de las tierras de levante y sur andaluz. La respuesta de Matas en una Cantabria dominada por el PP, donde el trasvase, aguas arriba, no afecta, venían, en efecto, a ratificar esa percepción de Chunta.

Además de la subida astronómica de las tasas del agua, los aragoneses dependerenos, en cuanto a los suministros de las próximas décadas, de la presión valenciana y murciana. Hasta allí, gracias al tesón de Pascual Fernández, y de la bovina y boinil colaboración de los populares aragoneses (y del regante manso, subvencionado), llegarán en breve las grandes canalizaciones que el ministro, con banal énfasis y sólo aparente ingenuidad, llama, como quien se refiere a una obrita doméstica, "meras obras de conducción".

Me parece muy bien que el ministro Matas, como el ministro Cañete, ponga en soledad partidista primeras piedras. Sin presidente aragonés, sin consejeros; como tiene que ser. Cada vez que este engominado pitiuso levanta la pala se le cae un informe contraambiental, un pacto secreto con los catalanes de Mas, una citación judicial, un pufo nuevo. Es ésta, ya lo dijo, no otra, su campaña en Aragón. Y este pájaro, no lo olvidemos, es experto en campañas--Formentera, en campañas--Trasvase. En la taifa rebelde está haciendo desde ya una campaña basada en el Plan Hidrológico, pero sin nombrar la bicha. Todo por el trasvase, y primeras piedras, y cintas en el horizonte, para el Aragón insolidario y anarcoide.

Ya las puso, tales primeras piedras, Arias Salgado en la Autovía Mudéjar, y no existe. Puso Rudi la primera piedra del Teatro Romano, que se iba a inaugurar ¡en 1999! Otros, como niños grandes, pusieron las primeras piedras de invisibles museos goyescos, fantasías animadas de ayer y de hoy...

Y, hablando de primeras piedras, ha puesto el alcalde Atarés en el desván de las cerámicas durmientes los restos que van surgiendo, como amenazantes testigos, en el subsuelo de Independencia. Esas primeras piedras de nuestra historia pueden retrasar las cintas electorales. Reza el alcalde porque las excavadoras no desentierren basamentos de templos, sillares de murallas, cloacas romanas, mezquitas, enterramientos de la guerra con el francés, barrios judíos, termas, foros, estatuas, mártires cristianos, como la santísima Santa Engracia.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET