Opinión
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.- Cartas al Director

LA JUVENTUD DE VÍCTOR LONGÁS

Señor Director:

Las II Jornadas de Educación Ambiental de la Comunidad Autónoma de Aragón desarrolladas en Jaca, tuvieron una inauguración tan agitada como lógicamente previsible. La presencia del Consejero de Medio Ambiente como introductor de las mismas no fue bien recibida por la Asociación Río Aragón ni por cuantos entienden que las grandes obras hidráulicas previstas por el Pacto del Agua son la antítesis de una política atenta a la protección de la naturaleza como factor para un desarrollo sostenible y gestionado con una transparencia, que nada tiene que ver con las graves irregularidades de diversa índole detectadas por los informes científicos y que, pese al empeño en silenciarlas desde el Gobierno Central y desde el Gobierno de Aragón, son ya verdades irrefutables que, expresadas en la síntesis de un "Yesa No", son sinónimo de insulto para cuantos bajo el alcanforado paraguas costista, se ponen un collar de ajos frente al anticristo de la más escueta alusión a la Nueva Cultura del Agua.

Comentó Víctor Longás -asumo que disculpando la pasión con que los anfitriones antagonistas acompañaron a sus arengas-, que en su juventud él también se había manifestado en cuestiones sindicales. Es decir, que tomándole a él como ejemplo, debo interpretar que el paso del tiempo –trasiego hacia la serena madurez y sesuda reflexión- hace ir abandonando planteamientos reivindicativos o de denuncia. Lamentable y condenable que en el siglo XXI, alguien que ocupa el puesto de Consejero de Medio Ambiente en una Comunidad tan amenazada en esta materia, se degrade a correa transmisora de unos postulados propios del Ministro Matas y sea mensajero y defensor de un desastre ecológico que en vez de Ebro –mejor dicho, además de Ebro-, lleva el nombre de otros ríos. Y en mis amargas reflexiones, me cuesta imaginar impaciente a nuestro Consejero de Medio Ambiente -y con él a todos cuantos presumen de representar a las mayorías- por restablecer la vida en Jánovas y en su cuenca de ruinas. Pero esto y todo lo relativo a eliminar el Pacto del Agua, es para nuestros gobernantes que se dicen opositores al Partido Popular algo que puede esperar: lo prioritario es frenar el trasvase del Ebro. La sangre en la sedienta arena de Aragón no la hará brotar nadie desde fuera, que para ello en el equipo local sobran primeros espadas ex-obreristas, espontáneos desinformados de botijo y hábiles traidores disfrazados de regionalismo de postal.

Siento que el señor Víctor Longás -y tantos altos cargos como él- hayan renunciado a aquella juventud de llamar por su nombre a las cosas, aquella libertad sin ira que se vuelve airada cuando a la justicia le quieren tapar la boca. Y es que la palabra, cuando se ve privada de foros donde pronunciarse en debate igualitario, unas veces desaparece –paraíso de toda dictadura-, pero otras, para pesadilla de quienes la amordazan, se convierte en grito que desatiende protocolos y formalidades. Creo que cronológicamente soy casi contemporánea del señor Longás, pero de mayor, quiero seguir tan joven como María Campo, de Santaliestra y como todos los que, pese a la intolerancia opresora, no van a hincar la rodilla en tierra. Y no me importa que esto se tache de radicalismo por algunos, señor Director, pero a los de pensamiento más moderado –o sea, a los que se encogen de hombros y a los que proponen y aceptan negociarlo todo, con la única premisa de que su cántaro sea el primero en beber de la fuente-, les pido que en su mesura de privilegiada tribuna en la que nadie interrumpe su discurso de tópicos y formalidades, encuentren un diccionario donde lo medioambiental se defina con desmanes tales como inundar valles, comprar voluntades, ocultar informes, destrozar comarcas, poner en riesgo a la población y, además, coronar tan putrefacto pastel con la guinda de calificarlo de interés general.

Mª. Victoria Trigo Bello


Siete de Aragón. HACIENDO ARAGÓN

¡POBRE LONGÁS!

Por Mª. Victoria Trigo Bello

Mala suerte, eso, mala suerte es la que tiene nuestro Consejero de Medio Ambiente. En Septiembre, le tocó ir a Bruselas de parte del jefe Biel, a la Manifestación de la Marcha Azul, teniendo que salirse de la misma a última hora porque Presidente y Vicepresidente del Gobierno de Aragón se dieron cuenta de que se habían equivocado de Manifestación, que la suya había sido en 1959 en Yesa. Y Longás, con el agua hasta las orejas –inclemente y demócrata agua belga que nos caló a todos sin distinción-, a declarar ante los micrófonos, sacando pecho en primera línea de fuego informativo, mientras los patrones en la poltrona del tibio sol zaragozano, enviaban un escueto comunicado a los medios de comunicación.

Más recientemente, a mediados de Noviembre, lo mandan a Jaca a inaugurar las II Jornadas de Educación Medioambiental, con la anunciada compañía de Biel, quien por fin no acudió, quizás adivinando que la acogida que se le dispensara no iba a ser excesivamente cálida. Y Longás, sólo ante el peligro, tiene que afrontar la pancarta del Yesa No y todas las demás consignas anti-pantanadas. Por si resultara poco inhóspito el recibimiento, el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jaca, Pedro L. Pérez, interviene para, entre otras flores dedicadas, reprocharle estar más atento a factores políticos que medioambientales.

¡Pobre Longás, abochornado en Jaca en la calle y en la tribuna!. La lluvia de estrellas que caía por esas fechas, fue para él chaparrón de meteoritos. Está claro: nuestros gobernantes locales, en lo tocante al medio ambiente, ya han desprotegido hasta al mismísimo señor Consejero de ídem.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET