El artículo del día
JOSÉ MARÍA Mendiluce*
LA GRAN MENTIRA DEL PHN
Intereses electorales y económicos se
impusieron en el Europarlamento a la verdad científica y técnica. Es mentira el tópico
de la España seca y húmeda. El Ebro está moribundo y Aragón seca
El pleno del Parlamento Europeo aprobó el jueves una
resolución sobre la estrategia europea de desarrollo sostenible que será
llevada a la cumbre del Consejo Europeo de Barcelona del 14 y 15 de marzo
y en la que se "manifiesta la profunda preocupación ante el
precedente sentado por las propuestas de realización de planes no sostenibles de
gestión de recursos hídricos en toda Europa y se pide a la Comisión
Europea que, por estas razones, no facilite financiación europea para estos
proyectos de trasvases".
Y se perdió la votación de una enmienda adicional en
la que se citaba al Plan Hidrológico Nacional como uno de esos planes
"no sostenibles", y por lo tanto no "financiables", ya que los
socialistas cambiaron --inexplicablemente y a última hora-- su
intención de voto, absteniéndose de una enmienda que se había trabajado
en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y que contaba
con el apoyo de los grupos Socialista, Liberal, Verde, Izquierda Europea y
de Europa de la Democracia y las Diferencias.
VOTÉ A favor de la enmienda, rompiendo la disciplina
de voto del Grupo
Socialista en el que estoy actualmente como
independiente, para ser consecuente con la posición política que he
defendido, bien en mis visitas al Delta del Ebro, bien en las sesiones del Parlamento
Europeo. Es una cuestión de principios y de valores políticos sobre
la que no se puede anteponer ningún interés territorial.
La derrota de parte de la enmienda es la derrota del
sentido común, de todos los informes científicos y técnicos --también
de los oficiales-- que confirman la ausencia real de excedente. La derrota de
los que proponemos otro modelo de desarrollo equilibrado, y es también
un insulto a las plataformas por la defensa del Ebro, que, confiadas en
la política democrática, esperaban la aprobación de una resolución
europea clave para frenar un plan demencial. Derrotas hoy, pero vamos a
ganar esta batalla, porque nos jugamos el futuro.
Porque es mentira que sobre agua; como lo es que falte
agua para beber. Es mentira el tópico de la España seca y húmeda. El
Ebro está moribundo y Aragón seca. Su caudal está por debajo de los mínimos
que el PHN indica como límite para cualquier trasvase.
Y el mar, al que no le llegan los lodos y los
nutrientes necesarios, sigue avanzando en el delta --hasta 15 kilómetros hacia el
interior del río--, destruyendo su ecosistema y, con él, la vida y la
pesca de bajura del litoral mediterráneo.
Si añadimos que el incuestionable cambio climático
está aumentando la temperatura y favoreciendo el deshielo de las montañas
del Pirineo, podremos afirmar que, con toda seguridad, al Ebro no sólo
no le sobra agua, sino que está amenazado de muerte si no invertimos
las variables de nuestro desarrollo. Y para ello debemos cumplir con los
compromisos del Protocolo de
Kioto.
Pero, además, aunque sobrara agua, tampoco podemos
aceptar los principios del PHN. Agua, ¿para qué?, ¿para quién? ¿Para
regar tomates de cultivos intensivos que arruinan la tierra de Almería con
inmigrantes clandestinos llegados en pateras? ¿Para regar campos de golf en dónde
no hay agua para un modelo depredador de turismo de cemento y césped?
¿Para construir 118 presas hidráulicas para trasvasar un agua
inexistente?
¡CUÁNTA mentira para cuántos intereses! El modelo
hidráulico obsoleto y sin futuro que el Gobierno de Aznar defiende, con la
complicidad de los que quieren dinero comunitario a cualquier precio, está
basado en la mentira y la falsedad. Pero también en los intereses cruzados
de los que buscando el beneficio a corto plazo (electoral o económico) están
dispuestos a hipotecar el futuro de las generaciones venideras,
promoviendo una agricultura y un turismo por encima de nuestra
posibilidades ambientales y ecológicas. No hay futuro sin planeta, como nos
recuerdan los sensibles, los lúcidos, los científicos o nuestros mayores.
Visitaré de nuevo el Delta del Ebro el próximo sábado
con una delegación de parlamentarios verdes europeos y participaré en la
manifestación contra el PHN en Barcelona del día 10 porque nuestras
posiciones no son tácticas, y queremos decir alto y fuerte que otra cultura del agua
es posible y necesaria. Y porque creemos que "el agua para hoy
y sed para mañana", que genera expectativas que no se van a poder cumplir,
enfrentando unas comunidades con otras, no resuelve los problemas de
nadie. Ni ahora, ni nunca.
*Escritor y eurodiputado.
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