Opinión
El Periódico, 2-III-2002
El artículo del día
JOSÉ MARÍA Mendiluce*
LA GRAN MENTIRA DEL PHN
 
Intereses electorales y económicos se impusieron en el Europarlamento a la verdad científica y técnica. Es mentira el tópico de la España seca y húmeda. El Ebro está moribundo y Aragón seca
 
El pleno del Parlamento Europeo aprobó el jueves una resolución sobre la estrategia europea de desarrollo sostenible que será llevada a la cumbre del Consejo Europeo de Barcelona del 14 y 15 de marzo y en la que se "manifiesta la profunda preocupación ante el precedente sentado por las propuestas de realización de planes no sostenibles de gestión de recursos hídricos en toda Europa y se pide a la Comisión Europea que, por estas razones, no facilite financiación europea para estos proyectos de trasvases".
 
Y se perdió la votación de una enmienda adicional en la que se citaba al Plan Hidrológico Nacional como uno de esos planes "no sostenibles", y por lo tanto no "financiables", ya que los socialistas cambiaron --inexplicablemente y a última hora-- su intención de voto, absteniéndose de una enmienda que se había trabajado en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y que contaba con el apoyo de los grupos Socialista, Liberal, Verde, Izquierda Europea y de Europa de la Democracia y las Diferencias.
 
VOTÉ A favor de la enmienda, rompiendo la disciplina de voto del Grupo Socialista en el que estoy actualmente como independiente, para ser consecuente con la posición política que he defendido, bien en mis visitas al Delta del Ebro, bien en las sesiones del Parlamento Europeo. Es una cuestión de principios y de valores políticos sobre la que no se puede anteponer ningún interés territorial.
 
La derrota de parte de la enmienda es la derrota del sentido común, de todos los informes científicos y técnicos --también de los oficiales-- que confirman la ausencia real de excedente. La derrota de los que proponemos otro modelo de desarrollo equilibrado, y es también un insulto a las plataformas por la defensa del Ebro, que, confiadas en la política democrática, esperaban la aprobación de una resolución europea clave para frenar un plan demencial. Derrotas hoy, pero vamos a ganar esta batalla, porque nos jugamos el futuro.
 
Porque es mentira que sobre agua; como lo es que falte agua para beber. Es mentira el tópico de la España seca y húmeda. El Ebro está moribundo y Aragón seca. Su caudal está por debajo de los mínimos que el PHN indica como límite para cualquier trasvase.
 
Y el mar, al que no le llegan los lodos y los nutrientes necesarios, sigue avanzando en el delta --hasta 15 kilómetros hacia el interior del río--, destruyendo su ecosistema y, con él, la vida y la pesca de bajura del litoral mediterráneo.
 
Si añadimos que el incuestionable cambio climático está aumentando la temperatura y favoreciendo el deshielo de las montañas del Pirineo, podremos afirmar que, con toda seguridad, al Ebro no sólo no le sobra agua, sino que está amenazado de muerte si no invertimos las variables de nuestro desarrollo. Y para ello debemos cumplir con los compromisos del Protocolo de Kioto.
 
Pero, además, aunque sobrara agua, tampoco podemos aceptar los principios del PHN. Agua, ¿para qué?, ¿para quién? ¿Para regar tomates de cultivos intensivos que arruinan la tierra de Almería con inmigrantes clandestinos llegados en pateras? ¿Para regar campos de golf en dónde no hay agua para un modelo depredador de turismo de cemento y césped? ¿Para construir 118 presas hidráulicas para trasvasar un agua inexistente?
 
¡CUÁNTA mentira para cuántos intereses! El modelo hidráulico obsoleto y sin futuro que el Gobierno de Aznar defiende, con la complicidad de los que quieren dinero comunitario a cualquier precio, está basado en la mentira y la falsedad. Pero también en los intereses cruzados de los que buscando el beneficio a corto plazo (electoral o económico) están dispuestos a hipotecar el futuro de las generaciones venideras, promoviendo una agricultura y un turismo por encima de nuestra posibilidades ambientales y ecológicas. No hay futuro sin planeta, como nos recuerdan los sensibles, los lúcidos, los científicos o nuestros mayores.
 
Visitaré de nuevo el Delta del Ebro el próximo sábado con una delegación de parlamentarios verdes europeos y participaré en la manifestación contra el PHN en Barcelona del día 10 porque nuestras posiciones no son tácticas, y queremos decir alto y fuerte que otra cultura del agua es posible y necesaria. Y porque creemos que "el agua para hoy y sed para mañana", que genera expectativas que no se van a poder cumplir, enfrentando unas comunidades con otras, no resuelve los problemas de nadie. Ni ahora, ni nunca.
 
*Escritor y eurodiputado.

Asociación Río Aragón-COAGRET