Luisa Pueyo. JACA.- Luis
Miguel Ortego, historiador del arte y conocedor
del trazado del Camino de Santiago a su paso por
Aragón, afirma que el Gobierno autonómico no
puede engañar diciendo que esta Ruta pasa por
donde no ha pasado nunca, mientras que en su
trazado original, superpuesto a una calzada
romana, está jalonado de fuentes, paradores,
ermitas y otros vestigios que atestiguan su
autenticidad.
Luis
Miguel Ortego, que lleva estudiando el tramo
aragonés del Camino de Santiago específicamente
para la asociación a la que pertenece -APUDEPA
(Acción Pública para la Defensa del Patrimonio
de Aragón)- desde principios de 1999, afirma que
la delimitación que hizo el Gobierno de Aragón
en 1993 es “bastante precisa”. “El Camino
existe, aunque en algunos sitios se habiliten
variantes por la seguridad de los peregrinos al
circular al lado de una carretera. Pero una cosa
es delimitar el trazado histórico y habilitar una
variante, y otra que la variante que se habilite
se diga que es histórica. Esto no es legítimo”.
“Los
caminos que se utilizaban en la Edad Media en
buena parte se superponen a la antigua red romana
de calzadas, que a su vez se superpone a la red
que tuvieran los pobladores indígenas antes de la
ocupación romana. En la comunicación entre Jaca
y Pamplona existe una calzada desde al menos el
siglo I, y además está jalonada de villas
romanas, con importantes mosaicos, como Villa
Rienda, de Artieda, y unas termas romanas, las de
Tiermas, actualmente inundadas por el embalse de
Yesa”. Por todo ello, afirma que está muy claro
el trazado.
Considera
que la intención del GA de hacer una nueva
delimitación es claramente interesada y ligada al
proyecto de recrecimiento de Yesa. “He
colaborado en actividades de la Asociación Río
Aragón por la zona y hemos señalado por donde va
el camino que propone el GA, que es una ladera, un
coscojar por el que no hay camino ni lo ha habido
nunca porque es imposible andar, mientras que 500
metros más abajo está el Camino real, dentro de
un bosque, flanqueado por fuentes, paraderos y
ermitas. Lo del GA es indignante, sobre todo
porque dice basarse en documentos aparecidos que
hasta la fecha nadie ha visto. Quizás consigan
que cambiemos de opinión mostrándolos, pero a mí
me sorprendería”.
Por
eso es “lamentable que el GA no defienda su
propio patrimonio, en este caso además mundial,
como recuerda la UNESCO. Podría entender que se
reconociese la existencia del trazado histórico y
luego se hablase de cuestiones de política
global, pero nunca lo que ha sucedido. Es un engaño
pretender decir que no existe lo que realmente
existe, y sí otra cosa que nadie ha visto”.
También es “absolutamente disparatada” la
actuación del GA en San Juan de Maltray, donde se
destrozó “un tramo de Camino muy bonito, que
discurría entre muros medianeros de piedra a
hueso, posiblemente de la Edad Media, y en la
ermita se actuó violando todas las normativas
internacionales en restauración”.
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