Buenos días
señoras y señores diputados:
Quiero comenzar
mi intervención agradeciendo a esta comisión que
haya tenido la gentileza de invitar al
ayuntamiento de Artieda a esta comparecencia. No
porque no tenga derecho a ella sino porque, por
desgracia, en el tema hidráulico con demasiada
frecuencia son escuchados y parece que sientan
cátedra cuando hablan ciertos actores y
beneficiarios del recurso agua que ponen poco y
exigen mucho y al propio tiempo hemos sido
ignorados territorios y pueblos que hemos aportado
mucho y tal vez exigido poco. Nuestro primer deseo
es que esta situación cambie y, por derecho y
justicia, se nos pase a considerar de una vez por
todas agentes claves en las cuestiones que tengan
que ver con la gestión del agua que almacenan
nuestros territorios o que discurren por los ríos
que atraviesan nuestros pueblos.
Entendemos que es
una obligación de estas Cortes a la hora de
legislar, conocer la realidad y ambiciones de los
pueblos y gentes directamente afectados por
medidas que se deciden en este foro. Acudo
también aquí como un deber para con mis vecinos.
Para ser portavoz de las demandas del pueblo al
que represento, ignorado en demasía mientras se
tomaban decisiones trascendentales para él.
Además nos sentimos con el derecho a comparecer
por el papel de afectados como el que más y por
haber demostrado capacidad de reacción ante ese
grave atentado a nuestra integridad que supone el
recrecimiento del embalse de Yesa.
No ocultaré que
acudimos con escasas expectativas de que nuestro
mensaje sirva para dar un giro sustantivo a la,
entendemos, nefasta política de aguas que se
lleva en Aragón. Somos conocedores de que hay
grupos poderosos bien representados en estas
Cortes que bajo la cantinela del interés general
lo que defienden con ahínco son sus negocios o
sus intereses particulares. Por nuestra parte
tenemos la sensación de que esa parte de Aragón
llamada Alta Zaragoza, hoy formalmente parte de la
comarca de la Jacetania, ha sido tratada
injustamente en el pasado y con menosprecio en el
presente. Con el actual embalse de Yesa fue usada
y tirada al cajón del olvido. Y cuando de nuevo
nuestros pueblos vuelven a sonar es porque se les
quiere hacer padecer una política hidráulica de
principios del siglo pasado hoy obsoleta pero que
alimenta el Pacto del Agua y el Plan Hidrológico
Nacional.
Este es el marco
en el que quiero situar las razones y motivos que
han llevado al pueblo de Artieda y al ayuntamiento
que presido a oponerse al recrecimiento de Yesa,
contemplado en el Pacto del Agua cuya revisión se
están planteando. Oposición planteada en el
pasado y que pensamos mantener en el futuro. Para
entender nuestras razones hay que hablar de la
construcción del actual embalse de Yesa y de su
afección a la Canal-Prepirineo.
En primer lugar
hay que entender la que era nuestra relación
histórica con Tiermas, Ruesta, Esco (los tres
pueblos expropiados y abandonados con el actual
embalse). Su desaparición supuso la rotura del
valle donde se asientan que quedó desarticulado.
Un valle transversal que históricamente había
jugado un papel clave como vía de conexión de
los valles pirenaicos de Roncal, Echo o Ansó. Un
valle de comunicaciones cuya importancia había
sido reconocida desde la época romana y cuyos
abundantes restos en nuestro término municipal no
hacen sino atestiguarlo. Esta desarticulación
produjo todo tipo de efectos directos e indirectos
que incidieron de manera nítida en Artieda y
resto de pueblos que sobrevivieron en el entorno
del embalse (Sigüés, Mianos, Salvatierra,
Berdún, etc.). Los efectos directos hacen
referencia a:
La población:
1439 personas desplazadas. La pérdida de esta
masa de población resultó fundamental para
entender las consecuencias negativas que para
servicios sanitarios, educativos, sociales,
culturales o de fomento y desarrollo han tenido en
nuestros pueblos.
El territorio:
2408 Ha de la mejor tierra inundadas. En su
mayor parte zonas de vega de río que
históricamente habían asentado huertas
fértiles. El término municipal de Artieda ya
resulto afectado por la expropiación de una
pequeña parte de su territorio. ·
El Patrimonio:
Entre otros tendremos que reseñar una parte
del trazado histórico del Camino de Santiago y en
particular su acceso a los baños de Tiermas,
parada casi obligada en ese recorrido. Pérdida
esta del balneario que podemos calificar de
importantísima visto el auge que las aguas
termales han recobrado y la actividad que en torno
a ellas se genera cuando resultan accesibles. Y
por supuesto patrimonio de los pueblos abandonados
que quedaron condenados a la ruina y el expolio
Pero además de estos efectos directos aparecen
los que podríamos llamar intangibles, muchos de
los cuales han quedado en la memoria de nuestros
mayores gravados a fuego. Ver desaparecer pueblos
por cuyas calles habían corrido o rondado, ver
marchar gentes que en muchos casos eran familiares
o amigos, ver inundarse paisajes que formaban
parte de las visiones cotidianas y hacerlo en
silencio, sin poder gritar bajo el peso de una
dictadura . Todo ello es algo difícil de valorar
pero hoy aquí lo queremos reivindicar porque
sabemos cuánto dolor ha creado en muchos de
nuestros mayores.
Quien plantea
recrecer Yesa vuelve a hurgar en esta herida en
lugar de contribuir a su cicatrización. La falta
de perspectiva de futuro que creó el llenado de
Yesa ha resultado difícil de superar pero lo
podemos conseguir si se nos deja de agredir como
se intenta hacer una vez más. También hoy aquí
queremos decir que se actuó de forma injusta al
adjudicar a otros municipios los términos
municipales expropiados. Ruesta resultó
repartido, por influencia política de aquel
momento de dictadura, entre municipios que poco
tenían que ver con la dinámica del valle del
Aragón. Artieda quedó excluido a pesar de que
algunos de sus vecinos se movieron con el
resultado de recibir amenazas de ir a la cárcel.
Resulta llamativo que algunos de los pueblos
beneficiados por aquel discrecional reparto sean
calificados de afectados porque parte de aquellos
terrenos adjudicados resultarían anegados caso de
resultar recrecido Yesa. Curiosamente ninguno de
ellos ha manifestado oposición a dicho proyecto.
También están los efectos indirectos: el valle
de la Garcipollera, a más de 40 Km, expropiado
para su reforestación con la finalidad de evitar
el aterramiento, o el aislamiento e
incomunicación de los valles forman parte de
ellos (DECRETO
de 13 de mayo de 1955 ).
El resumen de
todo ello, con unos beneficiarios del embalse
construido en términos de propiedad efectiva, ha
sido un territorio colonizado, desmembrado y
puesto a disposición de otros territorios que en
su avaricia se han manifestado insaciables y con
derecho a decidir sobre qué es lo bueno y lo malo
para nuestro pueblo. Déjesenos de una vez por
todas ser los protagonistas de nuestra historia y
para ello asúmase, y estas Cortes deben hacerlo
con especial diligencia, LA DEUDA HISTÓRICA
contraída con nuestro pueblo y los de nuestra
comarca.
La nula actividad
realizada hasta la fecha en este sentido no hace
sino confirmarnos en la necesidad de seguir
considerando a ARTIEDA COMO SUJETO ACTIVO PARA
REIVINDICAR LA MEMORIA DE NUESTROS VECINOS Y LA
NUESTRA PROPIA. Sobre este pasado ya lejano en el
tiempo pero próximo en la memoria se asienta el
pasado reciente y el presente.
La aparición del
recrecimiento de Yesa es una consecuencia
previsible si partimos de la concepción
patrimonial y recurso casi gratuito que del agua
regulada tienen los usuarios mayoritarios. Es
fruto de la gula de agua de los consumidores y es
una espiral insaciable que se produce
inexorablemente antes o después. Las zonas de
embalse se despoblaron con lo cual, argumentan, no
pasa nada porque el mal ya está hecho (les suena
esto a la hora de hablar de cementerios
nucleares). Para nosotros una sociedad moderna y
civilizada debe repartir las cargas y los
beneficios. Defender los intereses de los que ya
han recibido en el pasado haciéndolos fuertes y
sacrificar los de los paganos puede resultar lo
esperable pero es antisolidario e injusto.
Nosotros tenemos
claro que la clave del recrecimiento de Yesa está
en el PHN y el trasvase del Ebro. Han sido su
elemento impulsor en el 93 con Gobierno socialista
y los son ahora con el Gobierno del PP. En este
sentido el Pacto del Agua no es un documento que
se contraponga y Madrid lo sabe. Por eso lo
incluyó en el Plan Hidrológico de Cuenca y
posteriormente en el PHN. Es pieza clave para
regular, con carácter estratégico, agua en
cabecera y lamentamos desde un pequeño pueblo
como Artieda que el Gobierno de Aragón no haya
buscado soluciones menos dañinas, que las hay,
para resolver nuestros problemas de agua. Los
reales no los inventados.
Por otra parte en
los últimos años hemos asistido a un importante
cambio en la mentalidad de la sociedad aragonesa.
Un cambio que cada vez será mayor y más profundo
y que aboga por una Nueva Cultura del Agua.
Enmarcado en este proceso la solidaridad con
Artieda y, con carácter más general, con las
zonas afectadas por embalses la hemos sentido
desde sectores y organizaciones cada vez más
numerosos y más cualificados del pueblo
aragonés. Frente a esto el Gobierno de Aragón y
las Cortes están anclados en el pasado en
política hidráulica. La sociedad se ha movido
más y camina por delante. Instamos a estas Cortes
a ser audaces y contribuir a desterrar el viejo
discurso del agua que inunda valles, destruye
ríos y expulsa a ciudadanos de sus casas. Pero
sobre todo hemos bajado aquí hoy para decirles
cuales entendemos que serían las consecuencias
para Artieda de la amenaza de Yesa recrecido y
para denunciar las irregularidades e injusticias
que hemos padecido y, mucho nos tememos, tendremos
durante algún tiempo tener que seguir
soportando.
ES INJUSTO:
- Obligar a
nuestro pueblo a tener que revivir el dolor
del pasado.
- Ver crecer
generaciones enteras que desde que nacieron
han vivido con la hipoteca y el lastre que
supone el recrecimiento de Yesa.
- La negativa de
la administración a proyectos de mejora y
desarrollo para nuestro pueblo (acequias de la
huerta no mejoradas con la concentración,
cierre del vivero e imposibilidad de uso municipal).
- La negativa a
invertir y facilitar ayudas con la excusa del
embalse y podemos hablarles de jóvenes con
iniciativa que recibieron como respuesta que
las ayudas en el valle del Ebro y no allí que
estaba afectado por Yesa.
- La
imposibilidad de utilizar recursos
fundamentales para la zona como las aguas de
Tiermas cada vez más utilizadas y
reivindicadas.
- El esfuerzo
económico que ayuntamientos como el nuestro
tienen que hacer para defender a sus vecinos
detrayendo recursos económicos de otros
apartados que tienen que quedar sin
cubrir.
- La
indefensión administrativa en que nos
encontramos puesto que mientras el Gobierno de
Aragón apoya con todo tipo de medios y
publicidad la causa de los grandes
derrochadores de agua evita concedernos
cualquier tipo de cobertura para poder
explicar nuestra postura o defendernos de
campañas falsas que tratan de calificarnos
como insolidarios ¡A nosotros!
ES MEZQUINO
- Pretender
engañar a nuestros vecinos con proyectos de
restitución, entre los cuales la llamada
estrategia de ecodesarrollo del entorno del
mar del Pirineo fue el colmo de la desfachatez
que intentó deslumbrarnos como hicieron en el
pasado los conquistadores con los indígenas
americanos con cristales de colores.
- El chantaje
para conseguir cosas que son derechos y para
las cuales a otros no se les pide que pongan
nada a cambio (regadíos de la Canal de
Berdún, abastecimientos y depuraciones,...).
- Intentar
reducir el espacio vital de un pueblo como
Artieda al que se le quiere inundar casi la
tercera parte de su término municipal (lo
mejor) y para el cual el escaso territorio que
posee es absolutamente imprescindible para su
desarrollo.
ES ILEGAL
- La
intromisión en fincas sin el consentimiento
de los propietarios.
- Un proyecto
cargado de irregularidades y que los
tribunales terminaran colocando en su lugar o
Con una justificación impresentable y una
declaración de interés general aprobada por
el ordeno y mando o Estudio ambiental
insuficiente y que se debería haber rehecho
en los términos que salió a concurso y que
luego se dejó desierto. Las presiones
políticas del PP gobernante en la DGA de
aquel momento hicieron que la evaluación
final tuviera un carácter político y no
técnico como procedía o con un análisis de
riesgo geológico deficiente.
- La propuesta
por parte del GA de zonas LIC con agujeros
para evitar las zonas de valle a
embalsar.
- El intento de
cambiar el trazado del Camino de Santiago
perfectamente documentado. Sólo la falta de
altura intelectual y compromiso en la defensa
del patrimonio por parte de algunos directores
generales, como D. Domingo Buesa avalista de
su destrucción en el informe que acompañó
la DIA, han permitido que se cuestione la
evidencia.
- El inicio del
proceso de expropiación buscando castigar a
un pueblo en concreto y lejos de los criterios
de objetividad y neutralidad que deben imperar
en cualquier administración
Yo quiero
denunciar que el pueblo de Artieda ha sufrido y
sufre el chantaje y la presión por parte de la
administración aragonesa y central y esto es
impropio de una sociedad democrática, plural,
moderna y civilizada. Ante ello quiero manifestar
nuestra intención de continuar en la misma línea
convencidos de la razón y justicia de nuestros
argumentos.
En este sentido
quiero resaltar que el pueblo de Artieda ha
denunciado todas las irregularidades cometidas y
de las que ha tenido conocimiento en el proyecto
de recrecimiento de Yesa haciendo uso de los
derechos que le concede una sociedad democrática
y usando procedimientos pacíficos. No podemos
entender cómo un partido que se dice
democrático, el PP, plantea que renunciemos a
este derecho en el presente y en el futuro
mediante una Propuesta de Resolución en estas
Cortes. Nuestro concepto de democracia es bastante
más profundo que lo que se atisba de esta
iniciativa y nos escandaliza el mismo hecho de su
presentación. Es tanto como abogar por la
indefensión.
Quiero terminar
mi exposición exponiéndoles cual es la visión
para el futuro y las demandas que sobre el
recrecimiento de Yesa tenemos desde Artieda:
1. El
recrecimiento es una desmesura impropia de
nuestro tiempo y que sólo tiene sentido desde
su carácter estratégico para el trasvase (las
cuentas de la Comunidad General de Riegos de
Bardenas que pretende hurtar toda el agua del
río Aragón para su uso casi exclusivo son de
risa), su valor para las constructoras o
hidroeléctricas y con unos efectos
inaceptables
2. No estamos
contra el desarrollo de Bardenas ni de nadie.
Sí en contra de que lo quieran hacer a nuestra
costa y habiendo soluciones alternativas que
pasan por el redimensionamiento adecuado del
regadío futuro, el uso eficiente del agua, la
modernización de las explotaciones, la
tarificación adecuada para que pague más el
que más consuma y en definitiva el uso del agua
según los principios de una nueva cultura. Por
eso hablar de las alternativas a Yesa no es una
cuestión de cotas, es una cuestión mucho más
profunda, de concepto y soluciones sostenibles a
largo plazo.
3. Pedimos para
nuestro pueblo y nuestros vecinos comarcales
inversiones del mismo calado que las que en
pasado, y en parte también en el presente, se
han hecho para la puesta en marcha de grandes
extensiones de regadío en el llano.
Multimillonarias inversiones públicas que en
parte han mermado la cuota que en derecho nos
correspondía para otras actividades y en otros
lugares de Aragón.
4. No
compartimos, en absoluto, el criterio de
cuasi-privatización del agua regulada que
obtienen los usuarios mediante los sistemas
concesionales. Muchas de las soluciones pueden
venir de la revisión de concesiones mal
utilizadas y del control riguroso del uso que se
hace con las aguas concedidas.
5. Denunciamos
la actitud de la CGR de Bardenas y del
ayuntamiento de Ejea que intenta, fuera de su
territorio, decidir cómo tiene que ser nuestro
desarrollo y paralizar o torpedear proyectos de
interés y a los que tenemos derecho. No han
sabido ser agradecidos.
6. Agradecemos
la actitud de nuestra comarca y de la montaña
que ha visto que el problema de Yesa afecta a
todos y representa una política hidráulica que
nos perjudica, como lo hizo en el pasado. Ha
demandado por activa y pasiva un cambio y el GA
parece estar sordo
7. Demandamos a
esas Cortes que legislen para que las zonas
afectadas por embalses reciban parte de la
plusvalía que se supone genera el agua
embalsada. Al modo que plantea el PHN con la
aportación de los beneficiarios mediante un
canon de 0,03 € / m3, que los usuarios del
agua que se sirve desde un embalse paguen una
cuota para desarrollar las zonas afectadas en el
pasado por embalses y propiciar su relanzamiento
económico compensando la deuda histórica con
ellas contraída por la sociedad aragonesa en su
conjunto.
8. Rechazamos
el PA y el PHN por ser nefastos para nuestro
territorio y compartir una visión del agua y
los ríos impropia de este siglo. No compartimos
que en Yesa se le pueda robar al río el 90% de
su caudal. Eso es a todas luces
insostenible.
9. Pedimos al
Gobierno de Aragón que en lugar de hacer
campañas manipuladoras y sesgadas como la del
PA facilite fondos para que desde nuestros
ayuntamientos hagamos estudios y campañas
informativas sobre un usos sostenible de
nuestros ríos, riberas, huertas y patrimonio
asociado.
Si aquellos que
buscan en el recrecimiento de Yesa estrategias
electorales, aprovechamientos particulares o
especulaciones inmobiliarias y de ocio han de
seguir siendo los portavoces de la demanda no
habrá posibilidad de acuerdo y nos veremos
abocados a un callejón sin salida. Si nos
sentamos a estudiar los problemas reales y a
dialogar habrá una oportunidad para la paz social
y el acuerdo. Hasta la fecha nos han intentado
avasallar y nosotros estamos dispuestos a luchar
hasta el final por nuestra dignidad y por la de la
montaña como reivindicamos en el histórico paro
del 25 de octubre del 2000.
Para Artieda,
para su ayuntamiento y para mí como su alcalde
luchar contra el recrecimiento de Yesa no es una
cuestión de estrategia para sacar más, es una
cuestión de justicia y de razón. Tenemos
legitimidad para ello y queremos contribuir a
cambiar la rancia política hidráulica de Aragón
(En plena dictadura se podría haber planificado
algo similar a lo que hizo el Pacto del Agua. En
lo sustancial las soluciones aportadas son las
mismas).
Quiero terminar
mi intervención con una referencia al Cañón de
Añisclo. Casi seguro que ninguna de sus
señorías apostaría ahora por hacer allí un
embalse, pero posiblemente hace 25 años más de
uno hubiera puesto por delante el interés general
de regar Monegros o producir electricidad. Estamos
seguros de que con Yesa ocurrirá algo similar.
¿Quién quiere formar parte de los Hidro-Nitro que
hace 25 años quisieron inundar Añisclo? ¿Es
posible mantener todavía semejante falta de
visión histórica y seguir sin reconocer que el
recrecimiento de Yesa es un disparate propio de
megalómanos y especuladores pero no de personas
razonables y racionales? Que la historia no les
sitúe a ninguno de Uds. en el pelotón de los
torpes que no supieron entender el final de una
etapa en la política hidráulica y el comienzo de
una nueva.
Zaragoza a 13 de
noviembre de 2002
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