¡
QUE VIENE EL TRASVASE ! El Anteproyecto
de Plan Hidrológico Nacional, presentado recientemente por el Gobierno
del PP para su discusión, contempla
como objetivo fundamental el trasvasar 1.000 hm3 desde los ríos
del Pirineo hasta la costa mediterránea.
Este volumen equivale a una tercera parte del agua que emplea el regadío
en Aragón y 12 veces el agua que emplea
la ciudad de Zaragoza.
GRANDES
EMBALSES IGUAL A TRASVASES
El agua que
se usaría en levante necesita ser almacenada para emplearla mayoritariamente
en verano, motivo por el que para
poder garantizar un servicio de 1000 hm3 hace falta la construcción
de nuevos embalses, que se encuentran proyectados en Aragón y, sobre todo, el Pirineo. La realización
de los embalses del Pacto del Agua es precisamente
la garantía para ejecutar los trasvases. Inundar y expoliar las
comarcas de nuestra montaña, inundando
sus pueblos y expulsando a sus habitantes, es el mayor impacto que los
trasvases van a producir en Aragón.
Como ejemplo el embalse de El Val, la única de las obras contempladas
en el Pacto del agua que se ha realizado
hasta ahora, y cuyas aguas son para Navarra.
EL ENGAÑO
DE MEQUINENZA
Cuando desde
la montaña se ha razonado que los nuevos embalses de Yesa, Biscarrués,
Jánovas y Santaliestra son piezas
clave para garantizar el agua a trasvasar, la administración replicó
que bastaba el embalse de Mequinenza
para llevarlo a cabo. Esto no es así. El agua de cualquier embalse
actual tiene ya dueños legales. En Mequinenza,
la empresa hidroeléctrica propietaria no va a ceder gratuitamente
sus derechos. A día de hoy no existe ninguna
gestión para la cesión de caudales de Mequinenza y sin embargo
se avanza en la licitación de Yesa, Biscarrués
y Santaliestra.
EL TRASVASE
DEL EBRO ES EL EXPOLIO INSTITUCIONALIZADO DEL PIRINEO
Si un territorio
ha sido históricamente agraviado por la política hidráulica
ha sido la montaña: pueblos abandonados,
emigración, desvertebración, expropiaciones forzosas, falta
de inversiones y abandono general por parte de la
administración central y aragonesa. Ahora, lejos de realizar planes
de desarrollo y de satisfacción de la deuda histórica,
se da una nueva vuelta de tuerca a un modelo de desarrollo obsoleto, injusto
e insolidario con nuestra montaña.
LOS AGUATENIENTES
La nueva ley
de aguas permite la compra venta y el mercadeo del agua, un bien público.
Los dirigentes de las comunidades
de regantes no van a dejar pasar la ocasión y aunque son conocedores
de que la transformación en regadío
de miles de hectáreas no está contemplada en ningún
Plan estatal ni autonómico, no dejan de pedir grandes embalses
para poder ser los gestores y beneficiarios del futuro mercado de agua
del Pirineo. No en vano Luis Ciudad,
presidente de Bardenas afirmó en la prensa: "Con Yesa recrecido
podemos satisfacer las necesidades de Bardenas
y con el agua que sobre podemos negociar con catalanes y valencianos".
No van a regar, van a especular.
¿QUIÉN
SE BENEFICIA DE LOS TRASVASES?
Las compensaciones
económicas que el Gobierno quiere establecer para las cuencas cedentes
de agua, se gestionarán
desde la Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo donde
la montaña y la mayoría de los usuarios no estamos
debidamente representados. El resultado de toda esta operación trasvasista
es degradar más las zonas de montaña
para beneficiar una minoría: los nuevos agua tenientes y los propietarios
de negocios agrarios de levante que
basan su riqueza en la sobreexplotación de sus recursos naturales,
de la mano de obra inmigrante y de
las mujeres.
EL DOBLE
DISCURSO DEL GOBIERNO DE ARAGÓN
El Gobierno
de Aragón está argumentando, y con mucha razón, que
es necesario racionalizar la gestión del agua, teniendo en
cuenta todos sus costes ambientales, sociales y económicos, que
es necesario ahorrar agua, reutilizarla,
que una mayoría no puede aplastar a una minoría, que hay
que llevar desarrollo en donde está el agua y no al revés
y que el diálogo es el instrumento necesario para llegar a un consenso. Estamos totalmente de
acuerdo, sin
embargo queremos denunciar el doble discurso de nuestro Gobierno: favorece
el despilfarro de agua sobre la modernización
del regadío, no ha reconocido a los afectados por embalses como
una parte del conflicto hidráulico
en Aragón, la movilización de la ciudadanía en las
comarcas de montaña es despreciada sistemáticamente
bajo el argumento de que se trata de "minorías", prefiere llevar
el agua al rico llano en lugar de llevar recursos
al Pirineo.
Hoy el Gobierno
de Aragón es víctima de su propia política: en una
u otra medida somos "minorías" la montaña frente al
llano, el llano frente a Zaragoza y Aragón entero frente a Cataluña,
Valencia o España en su conjunto - sólo
respetando a nuestras minorías tendremos la fuerza moral de exigir
respeto para nosotros mismos como aragoneses.
LOS RÍOS
TIENEN QUE LLEVAR AGUA AL MAR
Es injustificable
dentro de una política de aguas coherente con un desarrollo acorde
con el respeto al medio ambiente y
con la actual política agraria comunitaria, la construcción
de nuevos grandes embalses como son los proyectados
en los ríos pirenaicos (Itoiz, Biscarrués, Jánovas,
Santaliestra, recrecimiento de Yesa, ...), independientemente
de que sean destinados a regadíos en la cuenca del Ebro o para almacenar
agua para trasvasar
a otras cuencas. Estos embalses están proyectados sobre los pocos
tramos de ríos que quedan en esta zona con unas
condiciones más o menos buenas de conservación. Por otro
lado los impactos ecológicos y ambientales sobre el delta del Ebro y la plataforma litoral mediterránea serían
inaceptables.
Exigimos
una moratoria de cinco años de las grandes obras hidráulicas
más conflictivas, de forma que pueda articularse
un debate social y técnico profundo, que permita asumir coherentemente
el nuevo contexto que establezca
la Directiva Marco Europea en la perspectiva de la Nueva Cultura del Agua
y el Desarrollo Sostenible.
Pedimos,
una vez más, el diálogo como único instrumento
para llegar a un consenso con el que Aragón llegue a diseñar
una política hidráulica propia, diálogo que fue prometido
en el discurso de investidura por el Presidente del Gobierno de
Aragón.
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