Diario
del AltoAragón, 9-IV-2002
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“Es
incongruente decir no al trasvase del Ebro y sí al
trasvase entre montaña y llano”
Las
asociaciones contrarias a los embalses inauguran
el campo de trabajo “Huertas de Artieda”
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Luisa
PUEYO
ARTIEDA.-
La inauguración del campo de trabajo “Huertas de
Artieda”, que contó ayer con unos 200 asistentes de
las asociaciones contrarias a la construcción de más
embalses en el Pirineo, constituyó un acto testimonial
reivindicativo y de crítica a la manifestación de Ejea
para pedir el Pacto del Agua. La Asociación Río Aragón,
anfitriona en esta jornada inaugural celebrada en
Artieda, afirmó que la manifestación de Ejea “está
cargada de una fuerte componente de insolidaridad e
injusticia”, y que “los máximos responsables del
Gobierno de Aragón, Iglesias y Biel, al encabezarla se
convierten en abanderados de una causa que está
provocando una dolorosa fractura en la sociedad
aragonesa, y se alinean con las tesis de la cúpula
dirigente del Ministerio de Medio Ambiente que a no
tardar se sentará en el banco de los encausados por la
justicia”.
Río
Aragón emitió por la tarde un comunicado en el que
demanda al GA que “abandone el inviable Pacto del Agua
como referente de nuestra política hidráulica y pase a
considerar los valles y ríos amenazados por embalses
como piezas básicas de la ordenación territorial
aragonesa desde la perspectiva de una Nueva Cultura del
Agua”.
La
presencia ayer del alcalde de Santaliestra, Javier Mur,
y de los abogados que llevan las cuestiones judiciales
de este embalse, el del recrecimiento de Yesa y el de
Biscarrués, María José y José Luis Beaumont, fue
especialmente celebrada tras las últimas noticias
referidas ala imputación de altos cargos del MIMAM.
Otros representantes de la Asociación Cultural para la
Defensa del Ésera, así como de
la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, APUDEPA
(Acción Pública para Defensa del Patrimonio de Aragón),
y ediles del los Ayuntamientos de Jaca y Hecho también
se sumaron a este acto testimonial. El presidente de Río
Aragón, Alfredo Solano, explicó el significado del
mismo y la elección como lugar que representará la
resistencia a los embalses proyectados
de “la que sin duda es la mejor vega del
Pirineo, junto a las de Tiermas y Ruesta, en su día
inundadas como ahora quieren hacer con ésta”. La
inauguración del campamento “se ha hecho coincidir
con la manifestación en la que las Cinco Villas piden
la inundación de este terreno. Creemos que es una
incongruencia y un sin sentido decir no al trasvase del
interior al arco mediterráneo y sí al trasvase entre
la montaña y el llano”, dijo Solano.
Miguel
Solana, de Río Aragón, leyó un
“Manifiesto-demanda”, en el que se señala que
“desde el paro del 25 de octubre, fecha histórica
para la montaña aragonesa, hemos conseguido muchas
cosas: Jánovas descartado, la conciencia ciudadana de
que los grandes embalses son necesarios para el trasvase
y que el pelotazo hidráulico ha crecido
espectacularmente, Santaliestra paralizado por orden
judicial y los máximos responsables de la planificación
hidráulica más cerca que nunca de sentarse en el banquillo de
los acusados”.
Los
asistentes acudieron a continuación a la orilla del río
Aragón para instalar un “contador”
con el que, simbólicamente, “tarificar” el
gasto del agua consumida desde hace 43 años a través
del canal de Bardenas. “Es hora de tener conciencia
del coste del agua, y no como ahora, que se paga por
cantidad de tierra que se riega, y no del agua que se
utiliza. Además, los afectados por los embalses deberían
ser beneficiarios de las plusvalías que se generan con
la utilización del agua”, dijo Miguel Solana. Los
actos concluyeron con una comida de hermandad.
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MANIFIESTO-DEMANDA
Por la
dignidad de la Montaña y el diálogo, llevaba
por título el manifiesto leído durante el paro del 25
de Octubre de 2000
Queremos vivir en la montaña. Queremos unas
comunicaciones, una sanidad y una educación
acorde a nuestros tiempos. Queremos un horizonte
despejado para un desarrollo económico sostenible, no
un futuro hipotecado por la suma de desastres pasados y
venideros. Queremos mantener un entorno natural emblemático
para Aragón, pero cada vez más escaso y, por tanto, de
mayor valor. Queremos conservar nuestros ríos, no
inundar más pueblos y valles.
Y
terminaba pidiendo:
-
una moratoria de 5 años para los
proyectos de grandes presas de Jánovas,
Santaliestra, Biscarrués y recrecimiento de Yesa;
-
el respeto a las minorías, como
condición inexcusable junto a la moratoria para la
apertura a un diálogo social en materia hidráulica
que hasta ahora no ha tenido en cuenta a los
afectados;
-
detener desde su base los proyectos
de grandes trasvases y mercadeo del agua que hay
detrás de estas nuevas presas; y
-
salvar nuestros ríos para salvar
nuestros pueblos: ni más pueblos ni más valles
inundados.
Desde
aquella histórica fecha para la montaña aragonesa
hemos conseguido muchas cosas: Jánovas ha sido
descartado, la conciencia ciudadana de que los grandes
embalses son necesarios para el trasvase y el pelotazo
hidráulico ha crecido espectacularmente, Santaliestra
ha sido paralizado por orden judicial y los máximos
responsables de la planificación hidráulica están más
cerca que nunca de sentarse en el banquillo de los
acusados.
Todo
ello ha sido posible pero no ha sido fácil. Ni será fácil
conseguir todos los objetivos que en aquel manifiesto
nos propusimos. Por eso hoy volvemos a ratificarnos en
esos postulados y a la luz de la nueva realidad
MANIFESTAMOS
Nuestra
firme oposición
al Recrecimiento de Yesa y a todos los grandes embalses
previstos en el Pacto del Agua, que lejos de dar solución
a los problemas del siglo XXI mantienen la rancia política
hidráulica de comienzos del siglo pasado. Asimismo
nuestra frontal oposición al trasvase del Ebro (mejor
dicho del Pirineo) por responder al mismo modelo de política
hidráulica.
Nuestra
denuncia
de todos aquellos que intentan confundir a la opinión pública
aragonesa identificando desarrollo del medio rural y
regadíos, ocultando que la mayor parte de este mundo
rural nunca tendrá acceso al regadío y que los grandes
sistemas de regadío tienen como mayor locomotora: la
subvención pública de sus infraestructuras y
producciones, el despilfarro casi gratuito del recurso
agua y el nulo control de sus vertidos contaminantes
Nuestro
decidido apoyo a una Nueva Cultura del Agua que
entienda los ríos como parte consustancial e identidad
de los territorios y las gentes que habitan sus orillas,
como ecosistemas integrales a los que hemos de devolver
parte de la riqueza que les quitamos en el pasado. Que
aproveche con eficiencia las innumerables obras hidráulicas
construidas en el pasado y que nos han convertido en el
país con mayor número de presas por habitante.
DEMANDAMOS
Al Gobierno central
- Que olvide
un PHN trasnochado y que ha sido cuestionado por la
comunidad científica, las instancias europeas, un
amplio movimiento social con especial incidencia en
el Pirineo y Delta del Ebro como territorios más
afectados por él y en algunas de sus obras lo es
(Santaliestra) y lo será (Yesa) por los tribunales
de Justicia.
- Que plantee
una planificación gestión del agua buscando la
racionalidad en las cuencas y no la especulación en
el litoral. Para ello es necesario refundar las
Confederaciones Hidrográficas librándolas de
quienes se hallan enquistados en ellas para defender
sus intereses y las de sus consultoras y convirtiéndolas
en auténticas Agencias del Agua.
Al Gobierno de Aragón
- Que deje de
actuar como Gobierno de una parte de Aragón
encastillado en un Pacto del Agua, monstruo
producido desde el sueño de la
sinrazón y y concebido contra una parte de
la sociedad aragonesa (la montañesa). Pacto que por
su propia irracionalidad y la lucha mantenida desde
las asociaciones de afectados va perdiendo su obras
más codiciadas por quienes se quieren apropiar de ríos
y pueblos ajenos.
- Que apueste
por una ordenación territorial de Aragón desde
nuevos principios donde los ríos Ara,
Aragón, Gállego o Ésera puedan desempeñar su
papel en los territorios, valles y huertas por los
que discurren y en la que la canal de Berdún, La
Galliguera o el valles del Ésera y Ara
se conviertan en focos de desarrollo con la
oportunidad que se les negó en el pasado y se les
quiere negar en el presente. Y que para ello arbitre
los mecanismos necesarios para retornar parte de las
plusvalías generadas por las aguas que embalsan.
A
la Sociedad Aragonesa
- Que rompa la
inercia de ver como necesaria e imprescindible la
política hidráulica que busca la regulación
integral de nuestros ríos y que, si bien pudo tener
cierto sentido a principio de siglo, ha supuesto
demasiado dolor y desestructuración territorial, al
tiempo que ni ha satisfecho ni satisfará las
expectativas puestas en ella. La nueva realidad económica
y social la ha superado hace demasiados años.
- Que apueste
por la Nueva Cultura del Agua en el convencimiento
de que sólo desde su óptica podremos dejar a las
generaciones futuras unos ríos, acuíferos,
manantiales, deltas, humedales, foces, y tantas
maravillas como hay asociadas al agua en un estado
tal que puedan disfrutarlos tanto o más de lo que
nosotros hemos podido hacer.
Huertas de Artieda
a 7 de abril de 2002
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