La ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, afirmó ayer, mientras se hallaba de
vacaciones en la localidad leridana de Taull, que “los complejos
hidráulicos como Biscarrués y Santaliestra tienen una solución muy
complicada”. Narbona apuntó que la dirección del ejecutivo va en
la línea de “priorizar el embalse de San Salvador”. La ministra
señaló la autorregulación de los embalses y la modernización de
los regadíos como las claves de la política hidráulica.
TÁRREGA.- La ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, indicó ayer en Lérida que los
complejos hidráulicos como Biscarrués y Santaliestra “tienen una
solución complicada”. La ministra, que estuvo en la Vall de Boi
acompañada de su actual compañero Josep Borrell, presidente del
Parlamento Europeo, contestó que es “harto complicado dar una
solución sobre Santaliestra cuando tiene un buen paquete de
problemas acumulados sobre su viabilidad”.
En ese sentido, la ministra se
mostró partidaria de actuar en políticas de regulación dentro del
cauce del Canal de Aragón y Cataluña priorizando la alternativa
del embalse de San Salvador que está previsto construir en el
canal de Zaidín, ramal auxiliar del Canal de Aragón y Cataluña, y
que contaría con una capacidad de 60 hectómetros. Además, según
destacó la ministra, “la modernización de regadíos, la
construcción de embalses de autorregulación, son las claves que
pueden definir la política de aprovechamientos hídricos por parte
del gobierno central en los próximos años, es decir que las
políticas de grandes embalses han pasado, de momento, a mejor
vida”.
El Canal de Aragón y Cataluña
cuenta en la actualidad con 105.000 hectáreas de regadío, de las
cuales la zona baja, unas 45.000, se suministra directamente del
Noguera-Ribagorzana, mientras que cerca de 60.000 hectáreas lo
hacen a través del río Ésera
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