JACA.- Las Asociaciones pro Defensa
de Tiermas y Ruesta y la Asociación pro Reconstrucción de Esco,
formadas por los antiguos vecinos de estas villas y sus
descendientes, estudian recurrir a la justicia para ver atendida
su petición de formar parte de la Comisión del Agua como entidades
de afectados por el embalse de Yesa que trabajan para la reversión
del patrimonio que les fue expropiado entre los años 50 y 60 y que
no quedó inundado.
Responsables del primero de estos
colectivos expresan su indignación “ya que no se nos permite estar
en este foro porque no se nos considera afectados, y esto pese a
haber sufrido una expropiación forzosa por el actual embalse de
Yesa”, y concretan que como asociación celebrarán el próximo 3 de
octubre su asamblea anual en Leyre –una tradición que se remonta a
la recuperación de la fiesta de Tiermas en honor de San Viril-, en
la que se prevé aprobar la propuesta de acudir al Tribunal
Superior de Justicia de Aragón para presentar un recurso
contencioso-administrativo contra la postura de la Comisión del
Agua. De igual modo podrían proceder las otras dos entidades, dada
la respuesta negativa de la administración a su petición de
participar en la citada Comisión.
Los presidentes de las tres
asociaciones, Rosa María Campo, Tomás Legaz y José Luis Clemente,
respectivamente, remitieron a principios del pasado mes de abril
un escrito al presidente del Instituto Aragonés del Agua en el que
hacían referencia a la resolución de 19 de enero de 2004 por la
que se anuncia la convocatoria “para que determinadas
organizaciones sociales, asociaciones y entidades representativas
de los diversos usos del agua designen a sus representantes en la
Comisión del Agua en el plazo de 2 meses” a partir de la fecha de
publicación en el BOA, que fue el 4 de febrero.
Dada la previsión de incluir
“cuatro representantes de organizaciones sociales que tengan por
objeto la defensa de los afectados por obras de regulación”, los
tres presidentes pidieron formar parte de la Comisión junto a un
cuarto integrante, al ser “representantes de asociaciones
compuestas por antiguos expropiados, desplazados y descendientes,
a causa de las expropiaciones que se llevaron a efecto por la CHE
entre los años 1956 y 1967 en Esco, Ruesta y Tiermas para la
construcción del embalse en su cota actual”. Recuerdan que ello
“tuvo como consecuencia inmediata, además de la pérdida de las
fincas cubiertas por este embalse”, la de los cascos urbanos de
las tres villas, hoy abandonadas, y más de 5.000 hectáreas entre
patrimonio municipal y particular”.
Luisa PUEYO
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