RAFAEL MÉNDEZ - Madrid
España ha vivido un aumento del
regadío en los últimos 10 años, en los que se han creado unas
350.000 hectáreas, según el Ministerio de Agricultura. El
Ministerio de Medio Ambiente alerta de que este aumento del riego
(un tercio en el Mediterráneo) dificulta la gestión de la sequía,
la peor en 10 años. Mientras Agricultura insiste en que los nuevos
regadíos son fundamentales para mantener la población rural, Medio
Ambiente y los ecologistas denuncian el ritmo de crecimiento. El
Ejecutivo mantiene su plan de crear 130.000 nuevas hectáreas antes
de 2008, pese a la escasez de agua. La agricultura consume el 75%
del agua en España y, aunque no existe un único dato fiable, todos
los estudios coinciden en que en los últimos 20 años ha aumentado
la superficie regada. El Instituto Geográfico Nacional, del
Ministerio de Fomento, acaba de concluir un estudio con satélite
sobre el cambio del suelo entre 1990 y 2000. Según el informe, en
esa década se crearon más de 350.000 hectáreas de regadío, una
superficie superior a la provincia de Álava. En esa cifra entran
cultivos regados todo el año, frutales, arrozales, viñedos y
olivares, a los que se les dotado de sistema de riego. El director
general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura,
Francisco Amarillo, calcula que se han creado "35.000 nuevas
hectáreas al año, menos que en otras épocas".
Las discrepancias surgen al
evaluar el impacto. El secretario general para la Biodiversidad y
Ordenación del Territorio, del Ministerio de Medio Ambiente,
Antonio Serrano, asegura: "El aumento del regadío en zonas con
déficit de agua dificulta la gestión de la sequía con respecto a
la última sequía". Serrano apunta a la costa mediterránea. El
informe de sostenibilidad del Programa Agua, que sustituye al
Trasvase del Ebro, señala que en la costa han aparecido más de
100.000 hectáreas de regadío en 10 años. Y eso, en una zona con
poca agua y cíclicas sequías.
Amarillo minimiza el impacto: "El
nuevo regadío es fundamental para fijar a la población rural, y
además de crear nuevas hectáreas se han modernizado muchos
riesgos, lo que ahorra agua". Una hectárea de regadío produce seis
veces más que una de secano y es una forma de evitar que los
pueblos se queden sin gente. El Gobierno mantiene planes para
crear unas 130.000 hectáreas de regadío, y subir del 15% actual al
25% de regadíos eficientes en 2008. "Queremos que un millón de
hectáreas tenga riego localizado o por aspersión, lo que puede
llegar a ahorrar un 60% de agua respecto el riego a manta", según
Amarillo. Cada hectárea de regadío consume una media de 8.000
metros cúbicos al año, lo mismo que 45.000 habitantes en un día.
El presidente de la Federación
Nacional de Regantes, Andrés del Campo, matiza el ahorro de la
modernización: "Al modernizar se ahorra en una parcela, pero el
agua que antes aparentemente se perdía retornaba a la cuenca. Así
que el ahorro total al modernizar los regadíos en la cuenca es
menor en el total que si miramos parcela a parcela". Los regantes
apuestan por mantener la superficie actual antes que seguir
aumentándola.
El profesor de Agrónomos de la
Universidad de Córdoba Julio Berbel evaluó el aumento del regadío
en el Guadalquivir para la Confederación Hidrográfica. La demanda
de agua para riego en el la cuenca creció 400 hectómetros entre
1992 y 2002. El Trasvase del Ebro preveía llevar 1.000 hectómetros
cúbicos.
Berbel apunta otros efectos de
los nuevos regadíos: "En la sequía de principios de los 90, muchos
agricultores perdieron cosecha de secano. Ese año les fue mal y
ganaron poco dinero. Ahora será peor. Con el regadío han invertido
en nuevos cultivos y han pedido préstamos, eso demuestra que el
agricultor es emprendedor, pero si sigue sin llover las pérdidas
serán mayores que hace 10 años. En ese sentido, el aumento de la
superficie regada dificultará la gestión de la sequía".
La portavoz del PP en Medio
Ambiente, María Teresa de Lara, afirma que los pantanos son
necesarios y que los nuevos regadíos son positivos: "El medio
ambiente tiene que ir ligado a desarrollo económico. Sin eso, no
sirve".
Los ecologistas son los más
críticos con los nuevos regadíos. Piden una revisión del coste de
embalses y canalizaciones para llevarles el agua y el precio que
pagan, como señala Santiago Martín, de Ecologistas en Acción. Es
un discurso que ha mantenido, con matices, Medio Ambiente.
Amarillo critica el planteamiento: "El regadío no se puede
plantear en términos únicamente económicos. La agricultura consume
el 75% del agua y supone el 3,5% del PIB, pero necesitamos
población rural. Es bueno socialmente".
Medio Ambiente
considera que la demanda de Murcia es insostenible
TONO CALLEJA - Murcia
Murcia tiene un modelo de
desarrollo continuado que aumenta la demanda de agua, pese a que
en los últimos años no ha recibido nuevas aportaciones del
preciado líquido. El Ministerio de Medio Ambiente ha denunciado
que este crecimiento es "insostenible". En la cuenca del Segura,
de los 1.500 hectómetros cúbicos de agua que se consumen al año,
450 llegan de otra cuenca, la del Tajo; y unos 245 hectómetros
proceden de pozos ya sobre explotados. Además, en los últimos años
sólo se ha construido una desalinizadora, que comienza ahora a
funcionar a la mitad de rendimiento.
Este déficit estructural se ha
agudizado en los últimos 15 años, en los que Levante ha vivido una
revolución económica gracias en parte a la agricultura intensiva
de invernaderos, con varias cosechas al año. En los últimos años
ha continuado el aumento de la irrigación en Murcia, pese a que la
Ley de Aguas de 1986 impide nuevos regadíos en Alicante y Murcia
por la falta de agua.
Entre 1990 y 2000, la superficie
de regadío de la cuenca del Segura aumentó en unas 20.000
hectáreas, según un estudio realizado por satélite por el
Ministerio de Fomento. La Confederación Hidrográfica ha cifrado el
aumento de hectáreas regables en 30.000.
El consejero de Agricultura y
Agua del Gobierno murciano, Antonio Cerdá, del PP, reconoce este
aumento, pero niega que sea ilegal. El consejero afirma que la
expansión agrícola se centra en los terrenos que sí pueden recibir
agua del trasvase del Tajo-Segura, que en los años del PP trasvasó
más agua a la Región de Murcia que en épocas anteriores.
Viviendas unifamiliares
Serrano destaca que en Murcia se
han construido multitud de viviendas unifamiliares diseminadas, lo
que supone una mayor ineficiencia en el uso del agua porque al
aumentar la red de distribución, aumentan las pérdidas. Además, se
ha incrementado la superficie de jardines (y el riego residencial)
y el número de piscinas.
El portavoz del Gobierno de
Murcia, Fernando de la Cierva, aseguró que el desarrollo de Murcia
sí es sostenible: "Ni el señor [Antonio] Serrano [secretario
general para el Territorio y la Biodiversidad] ni nadie nos tiene
que venir a decir cómo se tiene que desarrollar la región". Éste
señaló que en Cataluña y Andalucía, con Gobiernos socialistas,
también se construyen viviendas unifamiliares y campos de golf.
Recordó que recientemente el ministro de Industria, José Montilla,
inauguró un campo de golf en Murcia financiado por La Caixa, y se
preguntó si es que este campo es mejor que otros porque lo
financia una entidad catalana, pero si lo financia una murciana
"es un despilfarro".
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