GUSTAVO CATALÁN DEUS
MADRID.- El recrecimiento del embalse de Yesa hasta la cota 521,
que inundará 27 kilómetros del Camino de Santiago, «no es
aceptable desde el punto de vista de la conservación y
autenticidad del patrimonio cultural». Es lo que concluye el
profesor de Historia del Arte Medieval de la Universidad de
Zaragoza, Bernabé Cabañero Subiza, en su dictamen como experto a
petición del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.
Y añade: «Y tampoco es viable el traslado de dichos inmuebles si
no es a costa de desvirtuarlos y desnaturalizarlos completamente,
dejándolos reducidos a una mera recreación medievalizante de
escaso valor histórico y artístico, al haber perdido toda su
originalidad y autenticidad».
El estudio sobre el Camino de Santiago y el tramo que discurre
junto al pantano de Yesa fue emitido el pasado 21 de marzo a
instancias del citado tribunal. Este embalse sobre el río Aragón,
en la provincia de Huesca, sigue sometido a fuertes diatribas tras
la luz verde a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) concedida
durante el mandato de Isabel Tocino al frente del Ministerio de
Medio Ambiente.
Aquella decisión del año 1999 provocó numerosas reclamaciones de
las organizaciones ambientales, de los expertos y de algunos
ayuntamientos. Incluso, el Gobierno de Aragón se mostró contrario
al recrecimiento de la presa de Yesa.
Tras años de polémica y enfrentamientos políticos, Las Cortes de
Aragón aprobaron pedir al Gobierno que la presa no creciera hasta
la cota de 521 metros sobre el nivel del mar, sino hasta la de 510
metros, que provoca menos afecciones al Camino de Santiago y al
Patrimonio Histórico y Arquitectónico nacido a sus orillas.
El informe científico-histórico emitido por Bernabé hace un
pormenorizado recorrido por la historia del Camino de Santiago y
las vicisitudes que a lo largo de los siglos han determinado su
importancia no sólo como vía de comunicación para peregrinar a
Compostela, sino por el impacto cultural, económico, político,
jurídico, social o comercial por donde discurre.
Patrimonio Mundial
Todo ello influyó para que el Camino de Santiago haya sido
declarado sucesivamente Patrimonio Histórico Mundial por la ONU,
Primer Itinerario Cultural Europeo por la UE, o Patrimonio
Histórico Español, Bien Cultural y un sinfín de galardones y
figuras de protección.
Lo extraordinario es que la directora general de Evaluación
Ambiental en 1999, Dolores Carrillo, firmara la DIA, a sabiendas
de que 27 kilómetros de ese reconocido camino mundial quedarían
bajo el agua. La DIA que firmó reconocía que la obra constituía un
«impacto significativo» (ver gráfico). Y aunque valoró otras
opciones, calificó la obra como «la alternativa viable».
La DIA otorgada durante la primera Legislatura del PP a las obras
de Yesa no ha traído más que problemas para sus firmantes. Dolores
Carrillo y Carlos Escartín Hernández, entonces director general de
Obras Hidráulicas, fueron demandados por un delito contra el
Patrimonio Histórico. Una primera sentencia les absolvió. Y el
recurso de casación ante el Supremo se dictó la semana pasada, de
nuevo con la absolución.
Pero las obras en Yesa continúan en crisis. EL MUNDO adelantó el
pasado 20 de febrero que una de las laderas del margen izquierdo
del embalse se había deslizado, a causa de las obras de
recrecimiento del embalse. El accidente fue ocultado durante meses
por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), pese a que
entraña un elevado riesgo para las poblaciones de aguas abajo.
La CHE reconoció el inquietante suceso y, para evitar nuevos
deslizamientos, mantiene en la cota máxima el agua embalsada. De
esta manera, paradójicamente, el agua actúa como contención a un
deslizamiento de tierras.
Avenidas del Ebro
Sin embargo, esta situación ha provocado, durante las últimas
grandes avenidas del Ebro, que esta presa no haya podido
participar en la regulación de los caudales. También ha causado
una situación anómala en el embalse de Itoiz, donde no es posible
desembalsar agua para contener la avenida, pero su proceso de
llenado es mucho más rápido que el reclamado por Medio Ambiente y
se suceden en los últimos días terremotos ligados a esa carga en
el valle.
Paralelamente, la Dirección General de Calidad y Evaluación
Ambiental de Medio Ambiente ha abierto un periodo de consultas
entre los sectores implicados, para conocer hasta qué cota recrece
la presa, y si la nueva cota necesitaría una nueva DIA. El plazo
se ha cerrado y hay 28 respuestas.
Por último, la Dirección General de Aguas del mismo departamento
del Gobierno encargó un informe geotécnico el pasado 18 de marzo
para evaluar los riesgos de nuevos deslizamientos como el acaecido
el año pasado.
La construcción de la primera -y actual- presa de Yesa se dilató
en el tiempo entre 1929 y 1966, por los procesos de expropiación
forzosa. Ya aquella obra dejó bajo las aguas termas romanas, y
numerosos yacimientos arqueológicos, además de algunos tramos del
Camino de Santiago y ermitas e iglesias. El proyecto actual de
recrecimiento está en marcha desde 1991. Y sin embargo, 16 años
después, sigue siendo un gran quebradero de cabeza para la
Administración.
http://www.elmundo.es/papel/2007/04/23/espana/2113758.html
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