¿Qué consecuencias tendrían esos deslizamientos de tierra?
En los dos casos el deslizamiento de esa masa tendría
consecuencias catastróficas. Sangüesa está a ocho kilómetros de
Yesa y la presa nueva que se pretende construir para recrecer el
embalse es de materiales sueltos; con lo cual, en caso de
deslizamiento, podría pasar el agua por encima de la presa y
producir una erosión rápida de la misma. Además, Sangüesa es muy
vulnerable a las inundaciones porque prácticamente toda la
población vive a muy poca altura sobre el cauce del Aragón. En el
caso de Itoiz, el deslizamiento de 15 hm3 que puede caer sobre el
estribo izquierdo de la presa podría dar lugar a un desplazamiento
de la presa, con lo cual se produciría un vaciado del embalse y
Aoiz está a poca distancia. También podría afectar a Sangüesa
aguas abajo porque los dos efectos se suman. Por otro lado, he
recalcado el problema de la sismicidad inducida. Si se generan
sismos producidos por el embalse es más fácil que se produzcan
también deslizamientos porque los terremotos tienden a
inestabilizar las laderas. Todos esos efectos combinados, el hecho
de estar en dos ríos que acaban confluyendo, el Irati y el Aragón,
en caso de movimiento sísmico y la posibilidad de que los dos
deslizamientos se produzcan a la vez, podrían generar
consecuencias todavía peores.
¿De qué manera afectaría a las
poblaciones de Sangüesa y Aoiz?
Hasta con una inundación media, de 10.000 metros cúbicos por
segundo, que no es la máxima que se puede alcanzar en caso de
rotura de presa, toda la parte baja del pueblo, donde vive el 80%
de la población, quedaría barrida. En el caso de Aoiz es más
difícil llegar a ver cómo sería, depende un poco de cómo se
produjera el deslizamiento. En las jornadas discutían si se va a
desplazar la presa, se va a caer... Sabemos que se puede producir
algo grave, pero ya los detalles son más complicados.
¿Por qué parece que la Administración se niega a aceptar que
hay sismicidad inducida en Itoiz?
La sismicidad inducida está publicada y demostrada en revistas
científicas internacionales por investigadores del Instituto Jaume
Albera de Barcelona, del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Es evidente que ese embalse está produciendo
sismicidad inducida, que puede ir en aumento o no y que es un
factor que está aumentando el riesgo de que el deslizamiento
funcione.
¿Qué le parece las declaraciones que ha realizado el presidente
de la CHE negando cualquier riesgo en Yesa y que en el peor de los
casos podría producir una "ola muy pequeña"?
El deslizamiento de la ladera izquierda de Yesa tiene un volumen
de 3 hectómetros cúbicos y está a 900 metros de la presa. Si eso
se cae, se cae ahí y no pasa nada pero eso es parte de un
deslizamiento que abarca toda la margen izquierda del embalse y
que en conjunto son entre 15 y 50 hectómetros cúbicos y eso ya son
palabras mayores. La capacidad de movilización de agua es bastante
mayor. Otra cosa es que con la presa actual es probable que los
efectos no fueran excesivamente grandes: se produce una ola, salta
la presa y no pasa nada más. El problema que vemos en Yesa es el
recrecimiento, porque con el embalse recrecido la presa pasa de
ser de gravedad a ser de materiales sueltos. Y la de materiales
sueltos una vez que el agua pasa por encima de la presa se deshace
en minutos, que es lo que pasó con la de Tous. Ahora mismo, si
llega a producirse la ola y salta por encima de la presa algo
pasaría, pero no sería tan grave como lo que puede pasar en caso
de embalse recrecido.
Tanto la Coordinadora de Itoiz como la Asociación Río Aragón se
muestran firmes defensores de sus estudios, ¿cómo nace esa
relación?
Como profesor de Geología en la Universidad de Zaragoza tengo esto
como una parte de mis temas de investigación y del otro lado, la
mayoría de los informes que hay son de empresas que están entorno
a la construcción del embalse. Entonces claro, en la Universidad
partimos de la premisa de dilucidar si éste es un buen
emplazamiento para una presa o no lo es y llegamos a la conclusión
de que no es un buen emplazamiento. En cambio, la gente que
trabaja para las empresas, que no niego su valía científica o
técnica, dice el embalse hay que hacerlo aquí , con lo cual hay
que hacer lo que sea para que la presa esté ahí. Eso es lo que
nosotros no aceptamos, porque desde un punto de vista
independiente si un sitio es malo para hacer un embalse no se hace
y punto.
¿Realmente se puede estabilizar una ladera que es inestable?
Técnicas hay. Con dinero uno empieza a invertir millones y
millones de euros y sí que han hecho cosas en casos muy puntuales,
pero en la ladera izquierda de Yesa estabilizar más de 100
millones de toneladas a una velocidad de caída, que no sabemos
cuál va a ser, técnicamente digamos que es complicado.
Ante estos problemas o riesgos, ¿qué soluciones recomienda?
Estamos hablando de algo muy serio y visto el riesgo al que se
somete a la población, nosotros desde el punto de vista científico
universitario lo que decimos es que lo más sencillo, para evitar
riesgos para las personas que viven aguas abajo y para las veinte
generaciones o más que vengan después, que estarán bajo esta
espada de Damocles durante 500 años, que es lo que dura la vida
útil del embalse, es que se vacíe el embalse en el caso de Itoiz y
en el de Yesa, que se deje como está, que es lo que dijo René
Petit, el ingeniero que lo diseñó. No sé de planificación
hidrológica, pero seguro que hay otras posibilidades para
abastecer de agua y desde luego hay que buscarlas con menos
complicaciones técnicas. Lo que no se puede es poner un
emplazamiento en el cual sabes que vas a tener problemas y luego
ir solucionando los contratiempos a medida que aparezcan porque al
final el problema va a ser tan grande... Muy probablemente, si
queremos evitar la catástrofe habrá que vaciar el embalse de
Itoiz, pero para entonces estará hecho el embalse, el canal...
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