JACA.- La nueva evaluación ambiental del recrecimiento del embalse
de Yesa “no debería finalizarse hasta que no estén las
conclusiones de los informes geológicos encargados por el
Ministerio”, que deberían concluir “con el descarte de la obra”,
afirma la Asociación Río Aragón. Para este colectivo resulta
“escandaloso” el desfase económico de esta obra, ya que supera el
84 por ciento “cuando ni siquiera está redactado el proyecto
definitivo, ni tiene respaldo ambiental y ni de seguridad”. La
obra se adjudicó en 2001 por 113 millones de euros y ya supera los
208, por lo que la asociación se pregunta si “es que a nadie le
preocupa este disparate económico”.
Río Aragón hace públicas estas consideraciones ante la nueva ronda
de consultas abierta por el Ministerio de Medio Ambiente para
iniciar un nuevo proceso de evaluación ambiental, y recuerda que
este Ministerio ya inició hace un año otra ronda para preguntar
“sobre la necesidad de una nueva Evaluación Ambiental. Entonces ya
avanzamos no solo que era necesaria, sino obligatoria. Desde la
CHE, Gobierno de Aragón y el propio MMA se dijo que no hacía falta
al existir la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) de 1999.
Ahora tenemos la confirmación de que teníamos razón”. Para el
colectivo, el Estudio Ambiental de 2005 que servía de base era “un
auténtico despropósito y un manual de manipulación de datos.
Resulta grotesco que entonces les valiera para decir que no hacía
falta una nueva EIA, y ahora lo utilizan para hacerla”.
“RIGUROSO Y OBJETIVO”
La nueva EIA debe ser “creíble” y para ello es imprescindible, a
juicio de Río Aragón, un nuevo Estudio Ambiental “que sea riguroso
y objetivo, y no manipule los datos a conveniencia del
Ministerio”, como ocurrió con los estudios de 1993 y 2005. “Por
tanto -añade el colectivo-, se debe esperar a las conclusiones de
los informes geológicos encargados por el Ministerio para
completar la Evaluación, informes que deberían descartar la obra
por los 80 años de problemas de inestabilidad en las laderas de
Yesa”.
Para la Asociación resulta “una sinrazón” que la memoria que les
ha remitido para valorar “no haga la más mínima referencia a estos
estudios geológicos, cuando la actual paralización absoluta de las
obras del recrecimiento se debe a la inestabilidad y riesgos
geológicos de las laderas del embalse”. “En cualquier caso
-prosigue-, el inicio de una nueva EIA descarta, por sus carencias
y errores (gravísimos en las cuestiones geológicas, de seguridad y
ambientales), tanto la Declaración Ambiental aprobada hace 9 años
como los estudios ambiental anteriores y sus chapuceras adendas de
medidas correctoras”.
El colectivo concluye señalando que “la realidad del recrecimiento
es cruel para sus defensores: nuevo proyecto sin redactar, nueva
evaluación ambiental, laderas inestables y peligrosas,
dificultades técnicas insalvables, ausencia de estudios de
seguridad y un desfase económico inadmisible”.
Luisa PUEYO
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