Artieda
13-2-2013. Ante los últimos sucesos acaecidos en las obras de
recrecimiento de Yesa, desde la Asociación Río Aragón exigimos
responsabilidad y cordura. Estamos en una situación enormemente
complicada porque el embalse está casi lleno y un desprendimiento
sobre él podría resultar fatal. Por otra parte, su vaciado parcial
podría suponer desestabilizar todavía más la ladera.
No queda otra alternativa que el
cese definitivo de las obras de recrecimiento, apartar de la
dirección de obra a los que nos han llevado a esta situación,
buscar el equipo técnico más competente posible para controlar el
desastre generado hasta la fecha, y gastar lo que haga falta para
garantizar la seguridad de las poblaciones ribereñas. Recordemos
que ya se han malgastado más de 100 millones de euros (el
presupuesto inicial del proyecto) y aún no se ha iniciado la
construcción de la presa.
Todas las alarmas se han
disparado, todas las dudas se han disipado y han confirmando lo
que desde nuestra Asociación venimos denunciando desde hace años.
En este momento, ya nadie duda de que el recrecimiento de Yesa
esté poniendo en serio riesgo la vida de personas y que, de seguir
la CHE con su huida hacia delante, las consecuencias económicas o
de responsabilidad civil y patrimonial pueden dejar corta
cualquier previsión antes realizada.
La necesidad de desalojar dos
urbanizaciones por tiempo indefinido, la paralización de las obras
de recrecimiento, la movilización de maquinaria a destajo llevada
a la zona y hasta los dos helicópteros de los Gobiernos de Navarra
y Aragón sobrevolando la zona no dejan lugar a dudas.
Desde septiembre la CHE ha
ocultado a los ciudadanos el deslizamiento y desde entonces los
técnicos responsables de la obra se muestran incapaces de
detenerlo. Ahora sabemos que el aumento de su velocidad ha ido
creciendo exponencialmente, que la magnitud y extensión es mucho
mayor de la prevista en sus anunciados como “definitivos” estudios
previos al modificado nº 3, y que la ley física de la gravedad
termina imponiéndose por encima de los deseos de cualquier
ingeniero.
A estas alturas ya ha quedado
confirmado que, más allá de los obligados comunicados emitidos por
la CHE, este organismo se sigue mostrando oscurantista y que
miente con el mayor descaro. Las lluvias no han sido el
desencadenante de un deslizamiento, pues éste se inició en plena
sequía, eso sí tras más de año y medio de trabajos de desmonte y
bulonaje en la parte inferior de la zona activa. Si las lluvias
han acelerado el proceso deberíamos preguntarnos qué hubiera
ocurrido si el episodio lluvioso hubiera tardado a producirse
hasta que la presa estuviera levantada.
Culpar a la Naturaleza de lo que
ocurre es una forma inadmisible de intentar eludir unas
responsabilidades que antes o después terminarán en las
ventanillas de la CHE. Por otra parte, las declaraciones apuntando
a que la presa recrecida sujetaría los deslizamientos es
demencial, supone el anuncio de un nuevo objetivo que parece ha de
cumplir el proyecto de recrecimiento: estabilizar laderas
inestables.
También miente la CHE cuando dice
que se adelantan actuaciones ya previstas en la margen derecha,
pues el desglose presupuestario incluía 17.660.958,80 de euros en
los que no aparecen los trabajos que ahora se realizan y mucho
menos lo que pueda suponer el desalojo de las dos urbanizaciones
por tiempo indefinido, o tal vez definitivo. Una de ellas, por
cierto, preparada por la propia CHE hace menos de 10 años.
La Asociación Río Aragón pide
sentido común a la CHE, que no siga con su demencial huída
adelante y que comience a reconocer sus errores. Nunca debiéramos
olvidar lo que 1983, cuando se comenzaba a hablar de recrecerlo,
decía el ingeniero constructor y buen conocedor del actual embalse
René Petit, hoy muy en boca de los habitantes de Yesa:
• "A mí me daría mucho miedo. La
presa actual tiene sesenta metros de profundidad y en su día ya
hubo sus más y sus menos sobre si aguantaría o no. Hay que ser muy
cauto en este tipo de obras, mucho".
• "Hay que tener en cuenta que al
aumentar el volumen aumentan considerablemente las posibilidades
de un fallo geológico. Si ahora existe una presión de diez kilos
por centímetro cuadrado, con esa ampliación puede doblarse a
veinte... ¿Quién va a garantizar la seguridad de tal obra?".
Secretaría de
Prensa de la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de
Yesa-COAGRET
C/Mayor, 17. 50683-Artieda de Aragón (Zaragoza)
rio.aragon@yesano.com -
www.yesano.com
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