En
los mismos albores del siglo XXI es inaceptable que el
gobierno español y las comunidades autónomas
apliquen un modelo de desarrollo hidráulico antiguo y
desfasado, en esencia el propuesto en el
Regeneracionismo de finales del siglo XIX. Teniendo en
cuenta el fortísimo cambio que ha experimentado la
sociedad del siglo XX, con una mayor sensibilización
hacia al medio natural y cultural, tal y como recoge
la legislación europea y mundial (convenios y
recomendaciones de la Unión Europea, del Consejo de
Europa y de la UNESCO), la actual política hidrológica
española tendría que estar basada en los siguientes
factores: sociedad, medioambiente y cultura, pues esos
son sus ámbitos específicos de actuación, y no así
el ámbito económico, que es el que de verdad
defiende el Plan Hidrológico Nacional (el
"Pelotazo Hidrológico Nacional", en
beneficio de unos pocos) en un país que practica el
liberalismo económico.
Desde
el punto de vista social, el PHN, y con él las
Confederaciones Hidrográficas, tendrían que
preocuparse por dar agua de boca a todos sus
ciudadanos en cantidad suficiente y con la calidad
necesaria, en paralelo, aspectos primordiales que en
este país están todavía lejos de cumplirse. ¿Cuántos
pueblos de España, o de Aragón, no tienen agua de
boca, o agua suficiente, o agua potable durante todo
el año o parte del año? No hace falta ir muy lejos,
pues pueblos de la ribera del Ebro, ponemos como
ejemplo Sástago, no tienen agua de calidad mínima
para el verano. Otros, como el barrio de la Azucarera
en Épila, no tienen agua de boca potable (se provee
de agua de unas balsas "mal tratadas") y así
se podrían poner otros ejemplos a lo largo y ancho de
Aragón.
Desde
el punto de vista medioambiental, el PHN debería
preocuparse por desarrollar una política de rigurosa
protección al medioambiente, que no hace, es decir,
el hábitat, el transporte de sedimentos y nutrientes
a los suelos aluviales y las costas, dilución de
contaminantes en el río y llanuras de inundación. En
su lugar, aplica una política de explotación, tal y
como lo viene desarrollando en la actualidad.
Desde
el punto de vista cultural, el PHN atenta gravemente
contra la cultura y, por consiguiente, contra el
desarrollo sostenible de Aragón y de España. De
llevarse a cabo el PHN, no sólo desaparecerán los
monumentos, que es lo único que parece que preocupa a
algunos políticos mal preparados y de cortas miras,
sino pueblos enteros, tradiciones y culturas seculares
mantenidas en comarcas y municipios, en un país, y en
una Comunidad, la nuestra, que tiene su patrimonio
deficientemente inventariado y catalogado. Bajo el
abandono y las aguas muchas cosas se perderán para
siempre.
Para
que los lectores comprendan mejor que el PHN tiene que
ver con la cultura hemos incorporado a estas páginas
el interesante gráfico de Francisco J. Ayala, en
relación con las funciones del agua. Aquí se
especifican las funciones ecológicas, las productivas
tradicionales y las culturales, en cuyo apartado añadiríamos
el patrimonio cultural, entendido como "paisaje
cultural", término que, desde nuestro punto de
vista, está mas a tono con las definiciones más
actualizadas, tal y como la que ha definido la UNESCO
en 1998, cuyo texto se incluye más adelante (Objetivo
3. Apartados 3 y 4).
Ni
que decir tiene que las recomendaciones de la UNESCO
que vamos a presentar nada tienen que ver con el PHN.
¿Para qué les va a preocupar al gobierno español la
cultura ni el desarrollo sostenible que pueda
derivarse de la misma y del respeto a las minorías
culturales si no pertenecen a los "lobbies"
de poder, es decir, a la administración hidráulica,
hidroeléctricas, constructoras, banca, ese.?
¿Qué
le ha importado a la Confederación Hidrográfica del
Ebro (CHE), en la década de los años de 1960,
inundar la Alta Zaragoza, las mejores tierras de los
municipios de Tiermas, Ruesta, Esco, Artieda, Mianos o
Sigüés, o en el Bajo Aragón, a orillas del Ebro,
Mequinenza y Fayón? ¿Qué le ha importado a la CHE
inundar los cascos históricos de los pueblos de
Mequinenza y Fayón? ¿Qué le ha importado a la CHE
expropiar los pueblos de Tiermas, Ruesta y Esco? ¿Qué
le ha importado a la CHE provocar un drama social al
desalojar Tiermas, Ruesta y Esco? ¿Qué le ha
importado a la CHE que Tiermas, Ruesta y Esco hayan
perdido sus tradiciones seculares, su cultura
ancestral? ¿Qué le ha importado a la CHE que los
nacidos en Tiermas no puedan ponerse ni en su carné
de identidad su pueblo natal de origen? Tiermas,
nombre de termas romanas, 2.000 años de historia a
quien la Confederación Hidrográfica niega su nombre
¿Podrá darse mayor desatino para el corazón de un
hombre que negarle su pueblo natal? ¿Acaso esa
persona porque nació en Tiermas no existe?
¡Para
que seguir! Esa era la política hidráulica nacional
de mediados del siglo XX. Cincuenta años más tarde,
en el año 2000, seguimos con parecidos
planteamientos. Parece un sueño, una pesadilla, pero
es así. Siguen aliados la Confederación Hidrográfica
del Ebro, el Gobierno de Aragón, la Cortes y los
partidos políticos (salvo la honrosa excepción de la
CHA e INAR), todos ellos llevados por intereses
propios y por un clientelismo basado en un discurso
anticuado, impropio de los datos que objetivamente
aporta la comunidad científica para un desarrollo
sostenible de verdad, del que se beneficien con
esperanza de futuro nuestros hijos. Porque ahora ya no
estamos hablando de las Cortes domesticadas del
franquismo aunque se lleguen a acuerdos parecidos en
materia de política hidráulica. Ahora estamos en
democracia pero a los regantes y a la sociedad en
general se les tiene mal informados. Por motivos
obvios, y entre ellos está la subida de temperaturas
por el cambio climático y la falta de población en
Aragón, no es posible mantener esta política del
agua basada en la de 1900.
Y
si no reaccionamos a tiempo y erradicamos la
incoherencia del discurso político del Gobierno de
Aragón, más tierras de los municipios de Ruesta,
Esco, Artieda, Mianos, Tiermas y Sigüés serán
inundadas. Por otro lado, el Pacto del Agua en Aragón
no es una ley, es un acuerdo de las Cortes aragonesas,
una Proposición No de Ley, y por tanto discutible y
reformable. Es inadmisible que a estas alturas para
que no sea inundado el pueblo de Sigüés se propongan
dos presas y que la Cortes de Aragón por mayoría estén
de acuerdo. Todo en beneficio de unas hidroeléctricas
y de unos pocos más relacionados con el cemento y la
banca. Andamos casi igual que hace cincuenta años, en
la época del desarrollismo franquista. Respóndannos,
¿qué ha cambiado? A todos estos municipios sumaremos
ahora las inundaciones del recrecimiento del embalse
de Yesa y las nuevas presas previstas de Santaliestra
y Biscarrués. Sin remedio, ni compasión, Aragón va
para comunidad tercermundista: son datos científicos,
ni más ni menos.
Si
la comparamos con otras comunidades, o con otros países
de Europa, en patrimonio cultural la Comunidad Autónoma
de Aragón va de mal en peor. Por mucho que nos duela
a todos, APUDEPA tiene obligación de advertir a la
opinión pública que atentando contra el patrimonio
cultural, como al medio ambiente en el que se
inscribe, ni Aragón ni España logrará un desarrollo
sostenible ni equilibrado, a pesar de todas las
promesas de los políticos.
Esta
Asociación, con las cuotas de sus socios, editará
1.500 ejemplares de su Boletín, a fin de que llegue
al Gobierno de Aragón, a todos los diputados de las
Cortes de Aragón, y a la Confederación Hidrográfica
del Ebro, responsables de las decisiones políticas y
del futuro de nuestra Comunidad Autónoma en estos
momentos tan trascendentales.
Tampoco
la prensa es ajena a las responsabilidades, pues como
dice la propia "Conferencia de Estocolmo", a
la que luego aludiremos, está obligada a informar
pluralmente y con libertad de expresión. Y nosotros
nos preguntamos, ¿por qué en las páginas de
"Heraldo de Aragón" del día 9 de noviembre
no aparecieron ninguna referencia a las importantes y
esclarecedoras conferencias de F Ayala Carcedo,
investigador de Ciencias de la Tierra, y de F López
Vera, catedrático de hidrología, ambos miembros de
la comunidad universitaria española, y sí se
comentaron algunas palabras del aragonés Santiago
Marraco, último conferenciante en el acto del día 8,
"Aragón, agua y futuro"?
Por
su interés y actualidad hemos extractado algunos
puntos de la "Conferencia Intergubernamental
sobre Políticas Culturales para el Desarrollo",
celebrada en Estocolmo (Suecia), del 30 de marzo al 2
de abril de 1998. A la capital sueca acudieron 2.500
participantes, procedentes de 149 países, a fin de
reformular las políticas culturales en el seno de un
marco de desarrollo humano. El resultado fue el
"Plan de Acción" adoptado por la
conferencia el 2 de abril. Seguro que España suscribió
el acuerdo, pero también es cierto que en la práctica
los gobiernos central y autonómico suelen
considerarlos como "papel mojado" y no se
les ocurre incorporarlos en sus respectivos
departamentos. En cualquier caso, juzgue el lector por
sí mismo consultando el texto completo en la página
Web de la UNESCO, http://www.unesco.org/culture/developement/policies/Conference/html
Si
la incluimos en este Boletín es por la importancia en
sí misma y por su trascendencia futura, pues está
previsto elaborar una estrategia de conjunto para su
seguimiento concreto, incluyendo la posibilidad de
organizar una Cumbre Mundial sobre cultura y
desarrollo. También la conferencia recomienda al
Director General de la UNESCO que aliente la formación
de redes de investigación e información en materia
de políticas culturales para el desarrollo,
comprendiendo el estudio de la creación de un
observatorio de políticas culturales.
Mientras
tanto, nos preguntamos, ¿en qué piensa, cuándo va a
reaccionar "UNESCO Aragón"? Artieda,
Mianos, Ruesta, Esco y Tiermas pertenecen al
Patrimonio de la Humanidad en 23 km por formar parte
del Camino de Santiago en España y del Primer
Itinerario Cultural Europeo. ¿Por qué no urgen
excavar, inventariar y catalogar, yacimiento por
yacimiento, bien por bien, sea inmueble o mueble? ¿y
el patrimonio inmaterial? ¿Por qué no se ha aplicado
a estas alturas algún programa europeo de ayuda?
Mientras tanto, hay tantos programas de ayuda en
Europa que Aragón pierde por una muy deficiente política
en patrimonio cultural.
Y
la comunidad universitaria como tal, ¿nada tiene qué
decir con tanto expolio? ¿Y lo que viene? Permitir,
entre otras muchas cosas, que la ermita de San Juan
Bautista de Maltray se arruine, como se está
arruinando y que quede bajo las aguas, es un crimen
cultural, es no entender nada de los orígenes del
Reino de Aragón. Ya hablaba insistentemente hace
treinta años D. José Mª Lacarra, en su brillante
libro "Aragón en el Pasado", del secular
egoísmo de nuestra clase dirigente, incluida la
aristocracia de antaño. Llámesele ahora Cortes de
Aragón y empresarios, todavía es, en definitiva, un
poco más de los mismo. ¿Hasta cuándo?
12
de noviembre de 2000 Día del "Abrazo al
Ebro". |