Informe sobre el Plan Nacional de Regadíos y el Pacto del Agua |
RESUMEN |
Los embalses proyectados en la cuenca del Ebro están sobredimensionados para los usos previstos |
Según el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro (PHCE), la principal demanda de embalses proyectados, y de fuerte impacto social como Itoiz, recrecimiento de Yesa, Biscarrués, Santaliestra y Mularroya, es la del regadío. En este documento realizado por COAGRET, analizamos lo que proyecta el Plan Nacional de Regadíos (PNR) acerca del futuro de este sector agrario para demostrar la poca idoneidad y claro sobredimensionamiento de las obras proyectadas en comparación con las nuevas demandas de agua generadas por el Plan agrario que fue consensuado por los gobiernos de Aragón (GA) y central en diciembre de 2001. En
Aragón, las 230.000 nuevas hectáreas de regadío previstas
en el PHCE se quedan en tan sólo 47.360 Ha financiables con
dinero público en el PNR. De ellas, 20.967 Ha serían regadíos
sociales y tan sólo 26.393 Ha serían regadíos en ejecución
claramente localizados. Es el propio PNR el que para el Horizonte del año 2008 no prevé un incremento de la demanda de agua de más de 272 hm3 en todo Aragón o 59 hm3 en Navarra, cuando la tramitación administrativa y ejecución por parte del MIMAM está acelerando la construcción de 2.100 hm3 de capacidad de embalse en Aragón (los embalses del denominado “Pacto del Agua”) y de 418 hm3 en el embalse de Itoiz en Navarra. Cabe preguntarse de nuevo qué finalidad tiene el enorme volumen de agua embalsada que se piensa ejecutar por el MIMAM sin un fin justificado, si tenemos en cuenta que la legislación española obliga a una adecuada compenetración entre los objetivos del PNR y los Planes Hidrológicos de Cuenca. Tanto
el PHN como el Gobierno de Aragón reconocen dificultades
para culminar el regadío previsto en el PHCE y el Pacto del
Agua. En concreto, en Aragón se deberá pasar a transformar
6.700 ha al año, frente a las poco más de 1.000 actuales.
Según el PHN el incumplimiento de la puesta en marcha del
regadío contemplado le sirve como garante de que existirá
un mayor volumen de “sobrantes” disponibles para ser
trasvasados.
En
algunos casos, la Declaración de Impacto ambiental de un
embalse ha obligado a la reducción de su capacidad para su
adecuación al PNR
La
Ley del PHN establece exclusivamente la obligatoriedad de
servidumbres para la trasferencia a los embalses del tramo
final del Ebro ya existentes (Mequinenza, Ribarroja y Flix),
pero deja abierta la posibilidad de que se puedan servir volúmenes
para el trasvase desde otros embalses actuales o futuros.
Los usuarios en la cuenca del Ebro de estos embalses
sobredimensionados tendrán intereses económicos en surtir
de agua regulada al trasvase. Concluimos,
por tanto, que los grandes embalses proyectados, y en
avanzada tramitación o ejecución, de Itoiz, recrecimiento
de Yesa, Biscarrués, Santaliestra y Mularroya se encuentran
sobredimensionados con respecto a los usos reales de
abastecimiento y regadío contemplado en el PNR. Se
almacenará agua que no podrá ser utilizada por los
concesionarios actuales. Por tanto parece claro que el
destino final de estos caudales será el trasvase.
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